• La doctora Silvia Giono Cerezo sugiere una vigilancia estrecha ante la aparición de síntomas, para actuar de inmediato y llevar a las niñas y niños con un médico, además de evitar la automedicación.
• La enfermedad puede durar hasta tres meses, motivo por el cual en Japón es conocida como la “Enfermedad de los 100 días”.
Para prevenir el aumento del brote de tos ferina en México y evitar que afecte a la
población más susceptible, especialmente a los niños menores de seis meses, se
recomienda a los padres de familia brindar atención oportuna para asegurar una
medicación adecuada, así como el cuidado y vigilancia del menor para detectar síntomas
y evitar complicaciones.
La doctora en Microbiología del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Silvia Giono Cerezo,
explicó que la enfermedad se divide en tres etapas: catarral, paroxística y de
convalecencia. Su duración aproximada es de tres meses, y en Japón se le conoce como
la «Enfermedad de los 100 días». Es ideal que el diagnóstico se realice en la etapa inicial,
ya que posteriormente es más difícil recuperar y cultivar la bacteria, detalló.
Indicó que la gravedad de la infección, causada por la bacteria Bordetella pertussis, se debe a que en los menores de un año los síntomas no son muy claros. Al inicio (etapa catarral), la enfermedad se manifiesta como un catarro fuerte denominado rinorrea hialina, con presencia de tos leve.
Ante el primer síntoma de esta infección respiratoria aguda, que es altamente contagiosa
de humano a humano, la doctora Giono Cerezo exhortó a los padres a estar atentos y
llevar al menor al médico para que un profesional de la salud le prescriba el tratamiento
antibiótico adecuado, favoreciendo así la evolución positiva de la enfermedad. Además,
hizo hincapié en evitar la automedicación.
La doctora opinó que, dado el aumento de casos, es indispensable que se aplique
oportunamente la vacuna hexavalente y los refuerzos respectivos a los menores, además
de administrar la inmunización a los adultos que no estén vacunados.
El esquema de vacunación establece la aplicación de cuatro dosis de la vacuna
hexavalente (que incluye protección contra Difteria, Tos ferina, Haemophilus influenzae
tipo b, Tétanos, Poliomielitis y Hepatitis B) a los dos, cuatro, seis y 18 meses de edad, así
como un refuerzo a los cuatro años. La investigadora politécnica instó a administrarlas
oportunamente para lograr la inmunidad y, de esta forma, reducir los casos de la
enfermedad.
Mencionó que la segunda fase de la tos ferina se denomina paroxística y es grave, ya que
la tos, principalmente nocturna, es tan persistente que los menores adquieren una
tonalidad morada, pueden sufrir convulsiones y emitir un silbido agudo. Este cuadro
respiratorio puede generar complicaciones, como la presencia de neumonía debido a una
infección secundaria diferente a la generada por Bordetella pertussis.
La doctora Giono Cerezo explicó que la bacteria que genera la tos ferina produce una
toxina muy potente (pertussis) y otros componentes que le permiten adherirse al epitelio
respiratorio y generar los síntomas que se presentan en la etapa paroxística. Además,
daña los cilios respiratorios (vellosidades que recubren las vías respiratorias), lo que
favorece la adhesión de la bacteria. En esta etapa también pueden disminuir los niveles
de glucosa en la sangre y se registra un aumento de los glóbulos blancos, fenómeno
conocido como linfocitosis.
En la última fase de convalecencia, los síntomas disminuyen paulatinamente, pero
pueden perdurar hasta uno o dos meses, especialmente la tos, la cual se puede
intensificar por esfuerzo físico o alguna otra enfermedad.