Apoyo a la implementación del Sistema Nacional de Cuidados y Atención a la Dependencia y el fortalecimiento de los sistemas de información social de Costa Rica

 “El Hijo del Camionero”

 

“La experiencia de Costa Rica, una política gubernamental de éxito en favor de la gente”

 

 

Por: Dr. Mario Rodolfo Cid de León Carraro

Presidente de la Junta de Enlace Ciudadano, para el

Análisis de Temas Económicos y Sociales de

México y Nezahualcóyotl

 

@MRODOLFO_CID

 

En México estamos ante nuevas realidades sociales que impactan de forma drástica la vida de cada uno de nosotros, el mayor crecimiento de un gasto público, ante un crecimiento a ritmo menor de los ingresos fiscales; un gasto focalizado en una serie de programas de carácter social y asistencialista que, si bien es cierto, mitigan muchas de las carencias de varios componentes de la sociedad, también es cierto, que no aportan nada en favor de que sus beneficiarios abandonen el estado de pobreza en que viven, donde en el mejor de los casos, se mantiene su situación, en tanto las finanzas públicas lo soporten.

 

La situación referida, tiene consecuencias muy graves, mantienen excluidos a muchos de la estructura económica, si se entiende que el sistema económico existe para generar beneficios y bienestar a la gente ¿Cómo entonces, la gente puede tener esos beneficios, si esta excluida del sistema económico?

 

Se tiene un ejemplo fidedigno de esta situación, los programas sociales, financian por ejemplo a los mal llamados “ninis,” es decir a personas en edad de estudiar o trabajar, que permanecen en sus hogares, cuidando a menores o adultos mayores, que necesitan apoyos, permanecen así en esa situación, ya que el objeto no es apoyarles a revisar esa situación, por el contrario, ahí les mantiene.

 

En esta tónica proyectos como se han propuesto, como lo son la Zona Industrial tipo 4.0 y 5.0 en Nezahualcóyotl, el sistema integral de cuidados, ampliación de estructuras del IMSS en el municipio ahora, además se agrega el proyecto doctoral del Maestro Gerardo Dorantes: el presupuesto participativo para Nezahualcóyotl, cuyo objetivo es que, a mediano plazo, la mayor parte de ciudadanos pueda acceder a la estructura económica del desarrollo.

 

En esta situación, se necesitan observar una serie de experiencias internacionales probadas, que nos permitan desarrollar proyectos efectivos para realmente se accedan a otros estados de bienestar y en eso la Republica de Costa Rica resulta un excelente ejemplo en el tema específico de enfrentar la tendencia al envejecimiento de la población y la dependencia a terceros, donde existe una creciente presión sobre demanda por servicios de atención a personas con dependencia. Este país, se cuenta entre los países latinoamericanos más avanzados en la transición demográfica y que junto al Banco Interamericano de Desarrollo, han desarrollado políticas y estructuras para atender a los sectores que envejecen o se ven atacados por males degenerativos.

 

La esperanza de vida en Costa Rica según el BID actualmente llega a 80.35 años, mientras que los años de vida libres de enfermedades y sin discapacidad están en los 71.20, por lo que la población mayor de 75 años demandante de servicios de cuidados pasará de 2.9 adultos demandantes de cuidados, por cada 100 personas entre 15 y 74 años en 2015, a 11.3 en el año 2050.

 

Según un estudio realizado por el BID, cerca del 13% de los adultos mayores de Costa Rica, necesita ayuda de terceros para realizar actividades básicas de la vida diaria, y el coste de atenderlos en un sistema público de servicios básicos, se situaría en torno a los 120 millones de dólares.

 

“Sin embargo, tal como lo muestra la experiencia internacional, los recursos necesarios para la construcción de un sistema de atención a la dependencia debe

considerarse como una inversión dados los múltiples beneficios sociales y económicos que estos sistemas pueden generar, como la liberación de recursos humanos desde el trabajo informal no remunerado de cuidados hacia el mercado laboral, la creación de oportunidades de empleo en el rubro de los servicios, y la liberación de la carga de cuidado en las mujeres como efecto de la distribución más

equitativa de estas tareas en la sociedad.” Este es el objetivo del proyecto de cuidados implementado por el gobierno de Costa Rica, con apoyo y Patrocinio del BID.

 

Para lograr que las personas estén en condiciones para incorporarse al sistema económico, resulta necesario la creación de modalidades de cuido y mecanismos de financiamiento alternos para los cuidados, incluyendo primera infancia y también atención a la dependencia, logrando así que las familias sin desentenderse de sus miembros vulnerables no queden excluidas del mercado laboral.

 

La implementación de los sistemas de cuidados considera que una de las externalidades directas que generan estos sistemas es la disminución de gastos en los sistemas de salud. Un estudio del BID muestra que entre un 10% y un 20% del costo de un modelo de cuidados de larga duración en Costa Rica, se recuperaría por ahorros generados en el sistema de salud y que, debido a la presión poblacional y de costos, ahorros ascenderían al 30% en una década y superar el 50% en los años posteriores. La no implementación de un sistema de este tipo puede aumentar la presión de costos sobre el sistema de salud entre 34 y 68 millones de dólares en la próxima década y podría alcanzar los 100 millones antes de medio siglo (Matus-López, 2020).

 

En Costa Rica existen tres razones que justifican la implementación de los sistemas de cuidados: (1) atender la dependencia es hacerse cargo de un ámbito de necesidades crucial de los adultos mayores y sus familias; (2) atender la dependencia es hacerse cargo de un tema de género, tanto porque las mujeres necesitan más de estos servicios para sí, como porque son ellas las principales cuidadoras familiares y, en la medida que se creen servicios de este tipo, se podrán

liberar tiempos para el aprovechamiento de oportunidades de empleo; y, (3) atender

la dependencia es una forma de contener los gastos en salud.

Con base en estos razonamientos Costa Rica busca evitar la vulnerabilidad de los sistemas de atención y los problemas estructurales vinculados a la oferta de apoyo a los cuidados de largo plazo.

 

En este sentido, el país ha hecho avances importantes tanto con la ampliación de la atención de las personas mayores en el sistema de salud, como con la creación de una Red de Atención Progresiva para el Cuido Integral de las Personas Adultas

Mayores. Con la próxima aprobación de la “Política de atención a la dependencia y cuidados de larga duración en Costa Rica”, se avanzará en la conformación de un nuevo pilar de su sistema de protección social ya que al no existir una ley o política que configure la oferta de servicios públicos para atender a las personas dependientes, los servicios existentes funcionan disgregados con un alto grado de autonomía y con una marcada separación entre servicios sanitarios y sociales, expresa el Banco Interamericano de Desarrollo.

 

Una vez que entren en vigor las políticas de cuidados, será necesario avanzar en su implementación, por lo que hay dos grandes tareas a abordar: contar con una estructura que organice con mayor eficiencia los servicios que ya existen en el país

con los instrumentos adecuados que permitan la identificación de la población meta y la correcta asignación de los beneficios; y, coordinar los servicios sociales con los

servicios de salud para atender a las personas dependientes con una lógica de

integralidad en el cuidado.

 

Para lograr lo expresado es necesario establecer un esquema de gobernanza que dé solvencia a la red de servicios para la atención de la dependencia; los instrumentos que permitan tomar decisiones basadas en la valoración de la severidad de la dependencia; y un esquema de interoperabilidad que permita integrar información social y de salud.

 

En este contexto es necesario contar con un catálogo de servicios digitales con una base de información compartida. Para esto es necesario integrar la operación y el intercambio de datos en sistemas sociales y de salud, adicionalmente, la conformación de un sistema de bienestar social que tenga a la atención a la situación de dependencia como nuevo pilar, requerirá esquemas integrados de información para la superación de la pobreza, y la conformación del sistema de cuidados a largo plazo.

 

La definición de un esquema de gobernanza para la coordinación y el financiamiento sostenible de los servicios de cuidado, el gobierno de Costa Rica ha invertido $130,000 dólares para la contratación de servicios de consultoría, para el apoyo del diseño de la gobernanza al sistema de atención a la dependencia y apoyo a los cuidados, contribuyendo a ordenar la institucionalidad de la que dependen la rectoría, la coordinación técnica de las instituciones proveedoras y los arreglos operacionales para la entrega de los servicios, sin comprometer la estabilidad fiscal del país, considerándose los siguientes componentes: construcción del baremo de valoración de dependencia para el Sistema de Cuidados de Costa Rica; la elaboración de una propuesta de esquema de financiamiento basado en copagos; elaboración de texto base para la presentación de un proyecto de ley que institucionalice el sistema de atención a la dependencia y cuidados de larga duración en el país; apoyo a la gestión estratégica de la Secretaría Técnica del proyecto que se conformará una vez sea aprobada formalmente la política por parte de la autoridad y se moverá hacia el organismo rector de la implementación de su plan de acción; y publicaciones, talleres y reuniones.

 

Se diseña un sistema de gestión de calidad para servicios de atención a la dependencia personal con un financiamiento de $86,000 dólares, con el objetivo de proveer mediante distintos servicios de consultoría, insumos que son críticos para establecer estándares de provisión de servicios de apoyo a los cuidados y que adelanten las bases de un sistema de aseguramiento de la calidad de los servicios; para ello, el gobierno costarricense ha considerado la consultoría para la revisión y actualización de programas de entrenamiento existentes en el país para la formación de personas cuidadoras; la consultoría para el diseño de un instrumento homologado de verificación de estándares de calidad en servicios de atención a la dependencia y apoyo a los cuidados en sus distintas modalidades y; la consultoría de análisis de buenas prácticas en gestión de calidad de servicios de apoyo a los cuidados; en complemento al uso de información sobre buenas prácticas contenida en los estudios sobre el envejecimiento realizados por el Banco Interamericano de Desarrollo.

 

Todo este proceso se incluyen actividades de intercambio para conocer el funcionamiento de modalidades de servicios que buscan implementarse en Costa Rica para la ampliación de la oferta de servicios del sistema de cuidados, así como otras actividades de profundización de buenas prácticas en lo que respecta a servicios de apoyo a los cuidados en domicilio, en particular las procedentes de Uruguay y Chile.

 

Costa Rica invirtió $84,000 dólares para el fortalecimiento de capacidades analíticas e interoperabilidad en sistemas de información; bajo este componente se avanzará en incorporar interoperabilidad al sistema para favorecer el mejor uso de la información disponible para toma de decisiones en cuanto a asignación de beneficios sociales.

 

Se consideran los servicios de consultoría para la formulación de Plan Maestro de

interoperabilidad, con una propuesta de arquitectura optimizada de datos y procesos para mejorar la eficiencia de la interoperabilidad de la información proveniente de servicios sociales y de salud; así como las capacitaciones al personal en uso de herramientas estadísticas y minería de datos; la consultoría para la incorporación de herramientas estadísticas e inteligencia artificial; y la consultoría para el desarrollo de una política para el uso de datos abiertos para promover el uso de información de la academia y la sociedad civil.

 

Todo este proyecto ha sido financiado por el Programa Estratégico para el Desarrollo Social Financiado con Capital Ordinario del BID y como contraparte del proyecto actúa el Ministerio de Desarrollo Humano e Inclusión Social, instancia que funge como rectora del sector social mandatado para coordinar iniciativas de este tipo en el país; además de que se actúa en coordinación con la Caja Costarricense del Seguro Social, el Consejo Nacional de Personas con Discapacidad, el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor y otras entidades relevantes para la implementación de la Política de Atención a la Dependencia y Apoyo a los Cuidados y para la interoperabilidad del Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios del Estado, además de que la Unidad Responsable de contrataciones y desembolsos es la Representación del Banco en Costa Rica.

 

La elaboración del baremo de la dependencia y otros instrumentos de interés requieren de la validación de varias instancias, proceso que ha sido lento y tardado en las respuestas emitidas por las entidades, por lo que, para contrarrestarlo, las actividades comprometidas por este proyecto son monitoreadas por el Consejo Presidencial Social que dentro de la institucionalidad costarricense toma el papel de coordinación de iniciativas consideradas estratégicas para el sector, por otra parte el BID, mantiene el compromiso de apoyar técnicamente al país con la asesoría y el acceso a buenas prácticas que se puede proveer desde el Panorama de Envejecimiento y de la red regional de cooperación Cuidar+, ambas coordinadas por su División de Protección Social y Salud.

 

Como puede observarse, solamente el desarrollo del proyecto, la institucionalidad del mismo, la operatividad, los sistemas de coordinación interinstitucional y de estudios, así como la el control y diseño de actividades, resulta algo excesivamente complejo, pero cuando hay voluntad política de los diversos actores, es posible lograr el establecimiento de estos modelos de atención, de los que no se ha entrado en materia en que consisten, no obstante se adelanta que sus actividades, son profundas, de impacto social, que redundan en la calidad de vida del adulto mayor, que fortalecen sus lazos con su familia y que a su vez, permiten que nadie quede atrás, por el contrario, que la familia, sin desentenderse de los padres adulto dependientes o de los abuelos, pueda participar del desarrollo educativo, profesional y laboral, construyendo un circulo virtuoso en la economía que redunde en bienestar para las familias.

 

En México, no se aborda con seriedad la tendencia de envejecimiento de la sociedad, problemática que no se resuelve, dando dinero público, para que alguien de la familia se quede en casa, cuidando a los adultos mayores, no se resuelve, mandando brigadas supuestamente médicas, que levantan encuestas, cuya información, quien sabe para que sirva, sino con la implementación de sistemas integrales de cuidados a largo plazo, donde los gobiernos municipales, juegan un papel fundamental y donde participen profesionales en la materia, que dicho sea de paso, aumentan la oferta de trabajo especializado.

 

La Universidad Nacional Autónoma de México, ha desarrollado toda una serie de programas académicos en este tema, por lo que es de esperarse que tanto el gobierno federal y estatales los retome, ya que esta nueva realidad en la que para el año 2050, más de la mitad de la población será mayor de 60 años, no se enfrentará solo repartiendo billetes, sino con la puesta en marcha de proyectos como este u otros referidos. O ¿usted qué opina?

 

Fuente de Consulta y Obtención de Datos: Documento de CT – Divulgación 72472 del Banco Interamericano de Desarrollo.

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