El artista Santiago Robles presenta las muestras Amoxcalli: cultivando memoria

Reúne en dos exposiciones más de 100 obras que hablan de crear una arqueología visual de los desplazamientos territoriales, históricos y simbólicos que han marcado la historia del territorio mexicano

Se presenta hasta el 28 de noviembre en Centro Cultural Universitario, en Hidalgo y hasta el 6 de octubre en la librería Mauricio Achar de la Ciudad de México

En Amoxcalli: cultivando memoria, el artista crea una arqueología visual de los desplazamientos territoriales, históricos y simbólicos que han marcado la historia del territorio mexicano: la migración forzada, los paisajes heridos por el progreso y los vínculos económicos con América del Norte. Frente a esta idea de avance lineal, la muestra sugiere otro ritmo: el del tiempo circular, agrícola y vital, que vuelve una y otra vez a sus raíces. El maíz ocupa un lugar central. Es alimento, herencia cultural y símbolo de dignidad. Para el artista, cada grano es también un cuerpo que guarda memoria, una semilla que recuerda que la tierra no se posee, sino que se hereda. Frente a una economía que lo convierte todo en mercancía, este maíz se vuelve un acto de reivindicación.

Las más de 100 obras en mediano y gran formato están realizadas con una amplia variedad de técnicas: litografía, grabado, risografía, pintura al óleo, tintas y grafito. También se incorporan materiales naturales como tintes de grana cochinilla, azul añil, pericón, huizache, papeles artesanales y maíces criollos. Cada uno lleva consigo una memoria inscrita en la tierra, reforzando la idea de que la imagen también puede ser materia viva. En sus composiciones conviven personajes históricos, flora y fauna de nuestro país, paisajes periféricos y signos del mundo contemporáneo. A pesar de que en ellas se reproducen distintos fragmentos, sus imágenes no son meras copias sino manifestaciones de un tejido simbólico donde todo vuelve, aunque nunca igual.

Amoxcalli en náhuatl o macehualcopa significa “la casa del libro” o “casa de libros”, lo cual podría interpretarse como una biblioteca. Es decir, un recinto que resguarda elementos culturales que nos ayudan a cultivar la memoria. Esta exposición es, precisamente, una casa donde se guardan imágenes, relatos y memorias que dialogan entre sí. Santiago Robles nos invita a recorrerla como quien se acerca a un códice: siguiendo símbolos que cuentan historias del pasado y del presente, y que nos piden detenernos a mirar y reflexionar.

Se trata de dos exposiciones asociadas a los libros es una exposición donde se guardan imágenes, relatos y memorias que dialogan entre sí. Santiago Robles nos invita a recorrerla como quien se acerca a un códice: siguiendo símbolos que cuentan historias del pasado y del presente, y que nos piden detenernos a mirar y reflexionar. “A cada pieza la acompañó de un texto que contiene la cita bibliográfica de la cual me basé para dibujar, pintar o grabar”.

Como la pieza Tlapaltin náhuatl/macehualcopa, Tlapalli: color. Tlapaltin: colores. De éstas palabras se deriva una moderna, Tlapalería, que es lugar en donde se venden los colores. Esta obra está dedicada a Mariana Gándara (1984-2025). O la pieza Tlacuatzin, que cuenta sobre mito tlapaneco recopilado por Alfredo López Austin Cuando el origen del mundo, el tlacuache subió a un cerro empinado y de la cumbre robó el fuego que guardaban siete jaguares. Con su cola agitó las ascuas, y las chispas cayeron en los ojos de las fieras, cegándolas. Huyó con el fuego y lo entregó a los hombres en cuatro piras. En este tiempo ascendió por las escarpas cubiertas de espinos y bebió el pulque de la anciana poseedora del secreto de su fabricación. También por aquellos días primeros fue a la fiesta de los diablos y, fingiéndose borracho, cargó en su bolsa el mezcal y los cigarros para huir con ellos, llevándose de paso el fuego. O la obra De la muerte florece la vida, basada en el texto Cujtlacochi. El huitlacoche de Graciela Gómez, Raúl Valadéz y Ángel Moreno, en el que cuentan de una tradición entre los mayas de Pixoy, Yucatán, en la que el huitlacoche es concebido como algo asociado con la época de lluvias o con el dios Chak [el cual en fechas recientes venció a la estatua de Poseidón en playa Progreso]. Se tiene la idea de que el hongo baja hasta el elote a través de la lluvia y que puede concentrar la fuerza del rayo en la mazorca parasitada.

La muestra de la Cdmx se podrá visitar hasta el martes 7 de octubre en un horario de 9 a 22 h
en la Librería Mauricio Achar ubicada en Miguel Ángel de Quevedo 121. Mezzanie. Entrada Libre.

La muestra del Centro Cultural Universitario La Garza, dentro del marco de su 38 Feria Universitaria del Libro se podrá visitar hasta el 28 de noviembre en Mariano Abasolo 600 en el Centro de Pachuca, Soto, Hidalgo.

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