EL CALOR URBANO EN CIUDADES DE MÉXICO, COMO CAUSA DE ESCASEZ DE AGUA POTABLE

“Si no cambiamos hábitos que lleven a reducir sobre todo el consumo de electricidad, pronto no habrá agua que tomar”

Por: Dr. Mario Rodolfo Cid de León Carraro

Presidente de la Junta de Enlace Ciudadano, para el

Análisis de Temas Económicos y Sociales de

México y Nezahualcóyotl

@MRODOLFO_CID

En estas semanas en el Hijo del camionero, se han tratado diversos temas de carácter económico presupuestal, en lo que, conforme al espíritu de esta, se han abordado, en un afán de generar conocimiento y con ello si es el caso, el análisis, la crítica y la exigencia sobre esos temas. Como es sabido, la intención de la columna no es inducir opiniones, o imponer ideas, sino divulgar conocimiento, con el objeto de que usted querido lector, tome conocimiento de temas que probablemente en nuestro día a día no resulten tal vez algo ordinario, pero son más cotidianos de lo que parece y no solo afectan nuestro presente y futuro, sino incluso al de nuestros descendientes.

El conocimiento de temas que son más comunes y cotidianos de lo que parece, lleva a que se asuman posiciones autónomas, claras e informadas, lo que implica la toma de decisiones ciudadanas bastante informadas y solo de esta manera funciona la democracia como medio de participación, ello porque la democracia no es un fin como pretenden hacernos creer, ni es una forma de vida, la democracia es un medio, en el que en las naciones en las que recae la soberanía en sí misma (población), esta determine los medios y formas en las que quieren organizar el estado en que hayan decidido vivir y sus formas de gobierno y para ello resulta indispensable conocer los temas que hemos abordado.

El día de hoy, se abre una pausa en estos temas, para abordar otros de frontera, también de importancia, ya que obligan a generar políticas de gobierno para enfrentarlos, es decir implican acciones de gobierno que necesitan ser planificadas y presupuestadas para ser ejecutadas; por eso es necesario conocer planes de gobierno y presupuestos de ingresos y egresos, para que la ciudadanía sepa que afronta con ciertos agentes políticos y sus acciones, aquí ejemplifica lo ocurrido hace unas semanas en Nezahualcóyotl, donde una miembro del Ayuntamiento salió con su personal a manifestarse por la falta de mantenimiento a las calles (no se bachea), pero resulta que el presupuesto de egresos, no contempla esa tarea y esa misma munícipe, votó a favor ese presupuesto ¿entonces?, necesitamos urgentemente una nueva gobernanza, porque la pobreza que estas fallas propician, no se mitigaría ni con más programas sociales.

Dentro del marco de diseño de políticas de gobierno y habiendo analizado estudios de Marcela Silva, Carina Lakovits, Paula Restrepo Cadavidlakovits y Axel van Trotsenburg, es necesario abordar temas que aumentaran sin lugar a duda el nivel de gasto de los gobiernos, sin que existan ingresos para financiarlos, es decir el calentamiento ambiental excesivo que produce la actividad de Ciudades de México (incluida su área metropolitana), Monterrey, Guadalajara, Puebla, Guanajuato, León, Querétaro y Puebla, solo estas rebasan el 50% del calor urbano que genera México, dicho calor, además de agravar el calentamiento global, propician otros problemas arto graves, donde solo se enunciará uno: la escasez de agua dulce para el consumo humano, que propicia este calentamiento.

Nuestras ciudades forman parte del conjunto de aquellas que en hispano América, han incrementado su temperatura en 1.5 grados centígrados promedio, a partir de 1950; ciudades templadas como lo fue la Ciudad de México, que es junto con Buenos Aires, la que más se ha degradado, que en el verano de 1985, promedió una temperatura de 23 grados centígrados, en 2025 promedio 28 grados centígrados; el primer impacto, es la evaporación del manto freático y la falta de lluvias, al no disminuir la temperatura para la condensación, interrumpiendo el ciclo natural del agua, es decir esto se vuelve un problema de “salud pública, bienestar social y supervivencia.

En el Banco Mundial, se declara que se enfrenta “el calor urbano extremo en América Latina y el Caribe, el que revela que el aumento de las temperaturas ya está transformando el funcionamiento de las ciudades, amenazando vidas, sobrecargando la infraestructura y poniendo en riesgo las economías.

El calor intenso, es un asesino silencioso, pero extremadamente visible, en los seres humanos afecta el corazón, los pulmones, los riñones y otros órganos, acorta la esperanza de vida y acelera la muerte entre quienes ya son vulnerables; se estima que solo en México en 2023, alrededor de unas 5 mil personas mayores de 65 años murierona consecuencia de males imputables a las altas temperaturas.

Iberoamérica y el Caribe es una zona de las zonas más urbanizadas del mundo, con más del 80 % de la población viviendo en sus ciudades; la densidad poblacional, las construcciones con base en materiales graníticos y los pavimentos, reflejan el calor devolviéndolo a la atmosfera, sin que sea absorbido por la tierra, rompiendo con el enfriamiento cíclico, variando en consecuencia la temperatura por las noches, así mismo, las zonas verdes, no son proporcionales a las áreas construidas y el enfriamiento que propician, nunca compensan el calor almacenado; en este contexto las casas más pobres, son las más expuestas a que sus habitantes enfrenten enfermedades derivadas del calor, tal es el caso la neumonía, el mismo COVID y la influenza.

México es un país que además del impacto humano que tiene el calentamiento, también la infraestructura se ve sujeta a impactos; la red eléctrica sufre irrupciones por el calentamiento y dichas irrupciones no pueden remediarse, salvo mediante esperar que la red se enfrié, poniendo en riesgo servicios de salud, educación y la actividad productiva; estas situaciones llevaran que, a mediados del actual siglo, México dejé de obtener hasta 5 puntos del PIB de nueva riqueza generada; además del calor, el Capital Humano, se verá afectado por la falta de agua potable que causa el calor excesivo.

La forestación y reforestación urbana, es algo obligado, no es optativo, además de fomentar cambios sustantivos en las técnicas de construcción urbana, que permitan que el suelo absorba el calor durante el día y liberándolo durante la noche, mientras que las inversiones en transporte público, sistemas energéticos y vivienda que no colaboren con el calentamiento, se hacen más que obligadas; en México la transformación del transporte masivo es obligada.

Todas estas medidas, deben estar dirigidas a salvaguardar las vidas de las personas, más del 50% de los trabajadores de México, están expuestos al calor extremo, especialmente en la construcción, la agricultura y los empleos urbanos informales; porque de lo contrario, no solo las enfermedades crónico-degenerativas, sino también las causadas por el calor, presionaran las finanzas del sistema público de salud, al grado de llevarlo a la quiebra.Políticas encaminadas a mitigar el calentamiento, deben ser una oportunidad tendiente para generar empleos, muy especializados y formales, como lo pueden ser en la jardinería y mantenimiento de ecosistemas, además de propiciar capacitación, certificación y requisitos de contratación en el diseño de los proyectos verdes, lo quedichos empleos sean sostenibles y no temporales.

En este contexto, al igual que otros países, México a pesar de las fuertes lluvias, tiene la disponibilidad de agua potable promedio anual más baja en la última década; todo imputable entre otras cosas al aumento de la temperatura, al calentamiento, sobre todo al urbano. Pueden observarse ríos con caudal mínimo, lagos que ocupan una extensión muy menor a las originales, así como periodos más prolongados de sequias.

En México fue desmantelado el Centro Nacional de Prevención de Desastres, por lo que resulta poco posible estudiar la muy valiosa información captada por el sistema nacional de satélites, la que determina las zonas en las que ha disminuido el manto freático, incluso revela motivos y consecuencias, por lo que no hay soluciones para enfrentar los problemas, de hecho, el calentamiento urbano y la falta de agua que provoca, son temas que no se encuentran en la agenda gubernamental. El conocer la problemática debería permitir el desarrollo inteligente de soluciones que incluso constituyan oportunidad para salvaguardar los empleos y los ingresos, aumentar la productividad agrícola y proteger los recursos naturales que en este momento están en alto riesgo, incluso si el problema y sus daños avanza, podría propiciar la expulsión de la inversión extranjera.

México es consonante con la tendencia mundial, pierde anualmente el 3% de su disponibilidad de agua dulce, tendencia que se acelera en el conjunto de América del Norte, generando un desafío económico y de desarrollo; la escasez de agua potable pone en riesgo la creación de puestos de trabajo y el crecimiento económico, pone en riesgo el empleo, la producción de alimentos, la generación de energía y el comercio, y también pone en peligro la biodiversidad y aumenta el riesgo de incendios forestales y otros desastres, aumentando el calor ambiental.

México debe convertir la falta de agua y el aumento de calor urbano en una oportunidad para un crecimiento más inteligente equiparando el uso del agua con la disponibilidad, modernizando los sistemas de riego, protegiendo los acuíferos y repensando el comercio agrícola, además de cambiar técnicas y tecnologías de construcción y de diseño urbano, para mitigar el calentamiento.

Por ejemplo, el uso más eficiente del agua en la agricultura permitiría ahorrar hasta un 40 % del consumo mundial de agua, si se combina con normas y actividades de seguimiento eficaces. Alinear la producción agrícola con áreas donde el agua es abundante y se usa de manera eficiente puede reducir la presión sobre los ríos, lagos y acuíferos” (Banco Mundial).

El Banco Mundial, propone tres estrategias totalmente aplicables para México: “gestionar la demanda, aumentar el abastecimiento de agua y mejorar la asignación del agua”, pero acompañado de la mitigación del calentamiento urbano. también plantea 5 ejes transversales: “fortalecer las instituciones, reformar las tarifas y reorientar los subsidios, adoptar la contabilidad del agua, aprovechar los datos y las innovaciones tecnológicas, y valorar el agua en el comercio.

Por ejemplo, aumentar el abastecimiento de agua significa hacer más con lo que tenemos, ampliando la reutilización y el reciclaje, invirtiendo en la recolección de agua de lluvia, mejorando la infraestructura de almacenamiento y, cuando sea factible, utilizando la desalinización con el propósito de garantizar fuentes confiables para las regiones costeras o áridas, en conjunto con la disminución del calentamiento urbano.

En el comercio y la industria, el agua debe ser revalorada, lo que significa “analizar cuánta agua se utiliza para producir los bienes que México compra y vende, además el gobierno está obligado a determinar y ubicar el uso del agua “oculto”, pudiendo con ello, tomar decisiones más inteligentes en materia de comercio y producción que ayuden a evitar el desperdicio de agua.

El gobierno, si es que le interesa o bien, si le exigimos, deberá desarrollar opciones para generar acciones a través de sistemas de gestión que asignen y valoren el agua de manera inteligente, amplíen la reutilización y el almacenamiento, y garanticen que los incentivos sean una manera de recompensar la conservación” (BM).

En muchos países como Colombia o Brasil, con éxito generan nuevos desarrollos urbanos que mitigan el calentamiento urbano y facilitan la captación del agua y la recuperación de los mantos freáticos, además la contabilidad transparente del agua, los precios justos, las instituciones sólidas, y las tecnologías hacen posible la reutilización y el monitoreo a gran escala, mejorando sustancialmente el entorno humano, por ello cabe la pregunta ¿Por qué México no hace lo propio?

Los nuevos datos y las imágenes satelitales ofrecen la posibilidad de adaptar la manera en que se alcanza, comparte y debería protegerse el agua, almacenarla y compartirla, así como mitigar el calor urbano, para ello es necesario reconstruir instituciones que aúnexisten y que si ofrecen soluciones, soluciones que tienen que buscarse e implementarse de inmediato, México no puede terminar la actual década sin implementarlas, ya que de lo contrario, el desastre humano, podría ser irreversible, por las consecuencias en la salud y en la economía, que se tendrían.

Quiebra del Sistema de Salud por la propagación de enfermedades provocadas por el calor excesivo y la falta de agua, destrucción de inversiones, por tanto, pérdida de empleo por falta de condiciones ambientales para la operación, en suma, una recesión económica prolongada y una pobreza más intensa que la actual, ¡Es ahora o nunca!

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