El cielo hoy ya no es azul “La contaminación sustituye el azul del cielo por otros colores”

El Hijo del Camionero

 

Por: Dr. Mario Rodolfo Cid de León Carraro

Coordinador del Grupo de Estudio y Análisis

Político Económico de Nezahualcóyotl

 

@MRODOLFO_CID

 

Ya resulta muy común que todos los días al despertarnos, se perciba bruma en nuestro entorno, dicha bruma no es algo natural que derive del clima, por el contrario, esa bruma no es mas que el cumulo de agentes contaminantes en la actualidad tan agresivos, que han llevado a que el cielo deje de ser azul o gris, sino que ha llegado a tomar coloraciones amarillas o rojas que permiten observar al sol a simple vista, en que por cierto ya no es amarillo, se le ha podido observar en color verde.

 

Estas coloraciones, afirman los especialistas, se deben a que las partículas contaminantes de un tamaño de 2.5 micrones o menos, supera hasta en 11 veces por día, el estándar máximo aceptable, esto es que solo por el hecho de respirar, absorbamos tóxicos equivalentes a fumar 14 cigarros diarios; así pues, Ciudad de México, forma parte del nefasto club de ciudades como Nueva York, Pekín o Nueva Delí; cabe destacar que el material contaminante, mantiene las radiaciones caloríficas en la atmosfera, propiciando el calentamiento ambiental, lo que significa aumentos hasta de cuatro grados centígrados sobre la temperatura promedio histórica.

 

La contaminación por si misma, genera sistemas ambientales paralelos, que han llevado a sequias, muerte o mutación de la fauna local y abiertamente a la muerte de muchos seres humanos, derivado a su vez que desde 2021, ningún país, cumple con las metas anuales de calidad del aire establecidas por la Organización Mundial de la Salud. El material particulado, por encima de las 2.5 partículas finas, propicia la muerte de 6.4 millones de personas en el mundo al año, y al no cumplir el 50% de los países con las metas menos estrictas, propician que el 100% de la población mundial, este expuesta a la contaminación del aire por encima de los limites mínimos permitidos.

 

Es probable que los eventos agudos de contaminación del aire causados por incendios forestales o tormentas de arena y polvo empeoren con el cambio climático. Hay muchas causas que provocan incendios, mismas que tienen que ver con el calentamiento atmosférico; así mismo en Norteamérica, los eventos atmosféricos, provocan calores que propician temporadas de incendios forestales más largas y severas; los incendios forestales extremos han devastado a Brasil, Estados Unidos, Australia, la Unión Europea, Rusia y Turquía, por otra parte, los paisajes secos y degradados pueden intensificar las tormentas de arena y polvo, algo que ya es común en México.

Polvos de suelos erosionados, son desplazados por el viento, particularmente en zonas degradadas como las hay en Michoacán, Jalisco y Guanajuato, evidentemente afectadas por la sequía, así mismo las tormentas de arena y polvo se intensifican debido a prácticas insostenibles de la tierra, la eliminación de la vegetación y la pérdida de biodiversidad; ese es el precio a pagar, por desmontar bosques para sembrar aguacate y agave; México tiene una mayor extensión desértica que hace 30 años.

 

“La contaminación del aire causada por el humo y el polvo afecta el medio ambiente, la salud pública y la productividad” y forma parte de un circuito de retroalimentación que amplifica aún más los impactos climáticos, teniendo graves consecuencias en la actividad humana, principalmente la agrícola. Las personas que conocieron la tragedia ecológica que significó la desecación del mar de Aral, saben perfectamente lo que enfrentamos con la desecación de las lagunas de Pátzcuaro, Zumpango, Valle de Bravo, Chapala, entre otros.

 

Una forma de actividad económica legitima, es la restauración del paisaje cuidadosamente planificada puede reducir significativamente la contaminación del aire y mejorar la salud y los medios de vida, proporcionando beneficios anuales; además dicha restauración del paisaje puede contribuir a la mitigación del cambio climático al evitar la liberación de carbono y absorber el dióxido de carbono.

 

Turquía es un país de vanguardia en el tema, con su programa de Bosques Resistentes al Clima, en el que ha invertido 400 millones de dólares, el que tiene como objetivo abordar algunos de estos desafíos y restaurar las zonas quemadas; este proyecto, beneficia a comunidades de los bosques, brindando medios de subsistencia y apoyo laboral a 21,000 familias; esto es un ejemplo para México, se puede hacer negocio legar de reparar lo que otros destruyeron.

 

Limpiar el aire, requiere un plan de acción política; se tiene como ejemplo Asia Central, el Cáucaso Meridional, donde los países ahí establecidos, ejercen estrategias y políticas nacionales integrales de crecimiento verde combinadas con la gestión sostenible de los recursos naturales y la participación de la comunidad, demostrando que, si se puede reducir significativamente la contaminación del aire, mejorar la salud y generar oportunidades de empleo a nivel local.

 

“La restauración eficaz del paisaje y la conservación del suelo, la ecología urbana y la gestión de incendios también pueden proporcionar beneficios globales mitigando los impactos climáticos y mejorando la resistencia frente a futuros impactos inducidos por el clima”; México esta obligado a actuar en consecuencia.

 

El aire limpio es un activo de dominio y beneficio público, que no se limita en fronteras; por lo que los países de las mismas regiones, mediante mutua cooperación, deben mantener ese aire limpio, reforzado políticas eficaces en términos del clima, el medio ambiente y la calidad del aire; con estas acciones, el Mundo en general y México en particular, podrán garantizar que el cielo permanezca azul y no amarillo, rojo o verde.

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