El Hijo del Camionero
“El fracaso del modelo de educación liberal”
Por: Dr. Mario Rodolfo Cid de León Carraro
Coordinador del Grupo de Estudio y Análisis
Político Económico de Nezahualcóyotl
@MRODOLFO_CID
Ante las situaciones tan turbias que hoy vive México y que ya muchos escriben sobre estas, se decidió abordar en esta ocasión un tema distinto, se tratará el documento denominado “Marco para la Convivencia Escolar en las Escuelas de Educación Secundaria de la Ciudad de México”, el que se busca sea de observancia general y que realmente opere.
México es un país que históricamente no se ha comprometido para sí, en la construcción de un modelo educativo humanista, científico, critico y creativo, basta recordar que durante el gobierno de Plutarco Elías Calles, se instaló el modelo que se denominó “Educación Socialista”, el que fue bastante represor respecto a la libertad de religión, el libre pensamiento y solo ofrecía lo que el gobierno en turno consideraba necesario que la gente supiera, en fin, un modelo que moldeó mentes y conciencias, al más puro estilo de izquierda, condicionando a la gente a obedecer.
Durante el actual neoliberalismo, hubo cambios en el modelo, las escasa humanidades que se impartían, fueron sustituidas por materias utilitarias, por lo que completamos un siglo de formar militantes de izquierda sin espíritu crítico, por eso votan lo que votas; pero en esta etapa del periodo neoliberal de izquierda, se ha pretendido instalar un nuevo modelo educativo, denominado “Nueva Escuela Mexicana”, que lo único de nuevo que tiene, es la actualización de los referentes, hacia la segunda mitad del siglo XX, se agregó la agenda de genero y se incluyeron algunas humanidades, perdurando el esquema de control, continuamos educando personas “dóciles al régimen”.
Las familias son los agentes fundamentales de cambio, ajuste y regulación del proceso educativo, son correctores de errores, generan el espíritu critico y sobre todo la visión creativa y es este protagonismo de estas que ha llevado al gobierno a incluir a las familias en las actividades de la escuela secundaria, en un afán de mejorar la convivencia entre alumnos, de reconstruir la autoridad de los profesores y sobre todo disminuir la violencia en los centros educativos y en su entorno.
El Marco para la Convivencia Escolar en las Escuelas de Educación Secundaria de la Ciudad de México, establece protocolos de actuación, que tienen por objeto actuar ordenadamente, en el marco de la ley y las normas escolares, lo que representa un intento de establecer orden.
Los protocolos son los siguientes:
▶ Protocolo para la protección y cuidado de niños, niñas y adolescentes en la revisión de útiles escolares.
Tiene como propósito evitar que las y los alumnos ingresen al plantel objetos y/o sustancias que pongan en riesgo su integridad física.
▶ Protocolo para la Atención y Prevención de la Violencia Sexual en las Escuelas de Educación Inicial, Básica y Especial en la Ciudad de México:
Presenta elementos conceptuales, estrategias y mecanismos para la atención y prevención de casos de violencia sexual en las escuelas de educación básica pública y privada, con la finalidad de salvaguardar la integridad de los alumnos(as) y sensibilizar a la comunidad educativa para provocar una respuesta contundente a favor del respeto de los derechos humanos de las niñas y niños.
▶ El Plan Cero Tolerancia a la violencia escolar:
Permite establecer las acciones específicas para la implementación uniforme, homogénea y efectiva de los Protocolos de Prevención y Atención de las Violencias en las escuelas Públicas y Particulares de Educación Inicial, Básica Especial y para Adultos en la Ciudad México con el propósito de que toda la comunidad educativa participe activamente en favor de una convivencia sana pacífica e inclusiva.
▶ Modelo integral para la Convivencia en Educación Inicial, Básica y Especial en la Ciudad de México.
Brinda un marco teórico de las violencias en la escuela y centra su atención en el
fortalecimiento de la convivencia escolar y la intervención en los casos de abuso
sexual infantil.
Lo que se busca un marco referencial que incorpora ejes que son sustantivos para la promoción de la convivencia pacífica, inclusiva y democrática entre los alumnos, de acuerdo con los objetivos educativos actuales, los que indudablemente tendrían que ser evaluados a profundidad, pero ¿Quién hará esa evaluación?
Los ejes de referencia son:
- Cultura de paz
En noviembre de 1999, la Asamblea de las Naciones Unidas aprobó la “Declaración y Programa de Acción por una Cultura de Paz de las Naciones Unidas”, que señala: “Una cultura de paz es un conjunto de valores, ideas, actitudes y comportamientos que reflejan el respeto a la vida, a la dignidad del ser humano y a la naturaleza, y que ponen en primer plano los derechos humanos, la igualdad entre hombres y mujeres, el rechazo a la violencia en todas sus formas y la adhesión a la democracia y a los principios de libertad, justicia, respeto, solidaridad y tolerancia”.
Por lo tanto, la cultura de paz consiste en promover acciones personales y sociales encaminadas a colaborar en la construcción de ambientes favorables para la interacción de todas y todos, partiendo del reconocimiento de los Derechos Humanos, el respeto a la vida, la libertad, la dignidad de las personas, la igualdad entre mujeres y hombres, la democracia, la tolerancia, la educación, el respeto al medio ambiente y la cooperación libre de conductas que violenten a la humanidad.
La cultura de paz se fortalece mediante el diálogo, la conciliación y la negociación entre las personas, las sociedades y las naciones.
- Convivencia escolar armónica
La convivencia escolar se construye a través de las relaciones que se producen entre todas las personas que forman parte de la comunidad educativa; será positiva si se realiza a través del diálogo, el respeto, la aceptación de las diferencias y de las opiniones de todas y todos en un plano de igualdad, haciendo valer los derechos de todas las personas con las que se interactúa.
En este contexto se determinan las características de lo que debe ser una convivencia apropiada de la comunidad escolar:
▶ Convivencia democrática:
Se refiere a la participación y corresponsabilidad en la generación y seguimiento de acuerdos que regulan la vida en común, así como el manejo de las diferencias y conflictos. Destaca la importancia de la construcción colectiva de reglamentos y normas con enfoque de principios éticos, las decisiones participativas para la acción colectiva, el diálogo reflexivo y el manejo formativo de conflictos.
Frente a la necesidad de construir un ambiente educativo pertinente y relevante que eduque para la democracia; el problema es saber que es lo que el oficialismo entiende por democracia, y para contar con personas que en contextos futuros sean constructores de los que el gobierno denomina “una cultura de paz”.
▶ Convivencia pacífica:
Alude a la capacidad de establecer interacciones humanas basadas en el aprecio, el respeto, la tolerancia, la prevención y atención de conductas de riesgo, el cuidado de los espacios y bienes colectivos, la reparación del daño y la reinserción comunitaria.
Por consiguiente, el foco de la intervención para la formación de una convivencia pacífica, se deben abordar en su conjunto: la organización y participación escolar; los procesos de enseñanza-aprendizaje, el clima y las normas de convivencia; es decir, debe abarcar el plano programático, sus estructuras y formas de funcionamiento, el desarrollo curricular y los roles e interacciones que se construyen en la escuela.
▶ Convivencia inclusiva:
Reconoce la dignidad de todas las personas partiendo de una valoración de sus características de género, etnia, religión, cultura, grupo social y capacidades entre otros. Sus ejes son la identidad y cuidado, la valoración de las diferencias y la pluralidad.
La convivencia inclusiva permite visualizar el derecho a la dignidad de las personas por el simple hecho de serlo, no importando su religión, etnia o nacionalidad, condición social, edad, género, preferencia sexual (esta parte es gravísima, ya que estamos hablando de menores de edad alumnos de secundaria, simplemente es excesivo), discapacidad, condiciones de salud, opiniones o cualquier otra.
▶ Desarrollo de habilidades socioemocionales para la vida:
Las habilidades socioemocionales son aquellas que permiten a una persona comprender y regular sus emociones, alcanzar metas a favor de su bienestar, establecer relaciones constructivas y solidarias, a partir de la empatía para la toma de decisiones responsables. El objetivo de su desarrollo es el aprendizaje asertivo para relacionarse con los demás, promoviendo la capacidad de resolver pacíficamente los conflictos, a través de la creatividad, la comunicación
verbal y no verbal, así como el manejo de la autoestima y la empatía.
▶ Educación inclusiva: Valorar a la diversidad como ventaja pedagógica
La valoración de la diversidad se logra al asumir ampliamente una educación inclusiva, cuyo modelo busca atender las necesidades de aprendizaje de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos, con especial énfasis en aquellos que son vulnerables a la marginación y exclusión social.
Considerar este marco referencial, permitirá promover relaciones en el aula basadas en el respeto y la tolerancia hacia las diferencias, visualizando a la diversidad como una ventaja pedagógica y asumiendo que cada individuo posee una determinada manera de pensar y ser, que deben aceptarse y valorarse.
Para la inclusión educativa, es fundamental la formación docente, a fin de promover el desarrollo de estrategias didácticas en las aulas, que favorezcan la inclusión de todas y todos, impulsando su máximo potencial y desarrollo, tomando en cuenta el entorno de las y los estudiantes.
▶ Enfoque en Derechos Humanos
Es un marco conceptual y de acción para el desarrollo humano que contempla las normas y principios del derecho internacional de los Derechos Humanos y está orientado a su promoción y protección.
Se centra en los grupos de población que son objeto de una mayor discriminación. Su consideración permite un análisis de las normas de género, de las diferentes formas de discriminación, violaciones a derechos humanos y de los desequilibrios de poder, a fin de garantizar que las intervenciones educativas lleguen a los segmentos más vulnerables de la población de manera pertinente.
▶Equidad de género
Es un conjunto de reglas que permiten la igualdad de participación de hombres y mujeres en su medio organizacional y social con un valor superior a las establecidas tradicionalmente, evitando con ello la implantación de estereotipos o discriminación. Considerar este elemento permitirá brindar una atención equitativa para todas y todos en el aula.
▶ Implementación de valores en el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, Conocimiento y Aprendizajes Digitales
En la actualidad, la Educación Básica enfrenta el reto de asumir la era de la digitalización y el uso de herramientas tecnológicas para potenciar el aprendizaje y la convivencia digital en la comunidad escolar.
Cada plantel deberá incorporar un reglamento de uso apropiado de los recursos tecnológicos para el aprovechamiento de las Tecnologías de la Información, Comunicación, Conocimiento y Aprendizajes Digitales, promoviendo el uso responsable de Internet y desarrollando habilidades que contribuyan a utilizarlo de forma segura.
▶ Participación de las familias y comunidad educativa
La promoción de espacios saludables de convivencia al interior de las escuelas es una tarea corresponsable con las familias de las y los estudiantes. Involucrar periódicamente a las madres, padres de familia y tutores en el desarrollo de estrategias de convivencia pacífica, inclusiva y democrática, permitirá recuperar sus necesidades y favorecer desde el entorno familiar, redes de apoyo que impulsen comportamientos basados en valores al interior de la escuela.
Asimismo, será de vital importancia, indagar al interior de las comunidades escolares, a fin de identificar las faltas recurrentes para atenderlas con el apoyo de las familias e instituciones que favorezcan la creación de ambientes escolares inclusivos, pacíficos y democráticos, tomando en consideración el principio Constitucional que establece la obligatoriedad de los mexicanos de ser responsables de que sus hijas e hijos o pupilos menores de dieciocho años, asistan a las escuelas, a recibir la educación obligatoria, y a su vez participar en su proceso educativo, estar al pendiente de su progreso y desempeño, en vías de velar por su bienestar y desarrollo.
Una vez revisada descriptivamente esta parte del documento, queda claro lo que los supuestos nuevos modelos educativos lograron: la perdida de autoridad de los maestros; la renuncia de los padres a ser educadores de sus hijos, la violencia comunitaria, el individualismo y sobre todo la falta de socialización en el aprendizaje.
Definitivamente hay mucho que construir y recuperar, ante el evidente fracaso del modelo educativo liberal y socialista.