EL MONETARISMO COMO PENSAMIENTO ECONÓMICO “La izquierda, mano ejecutora del neoliberalismo”

“El Hijo del Camionero”

 

Por: Dr. Mario Rodolfo Cid de León Carraro

Coordinador del Grupo de Estudio y Análisis

Político Económico de Nezahualcóyotl

 

@MRODOLFO_CID

 

En esta ocasión, trataremos un tema que es poco conocido; la economía como ciencia que estudia como satisfacer las necesidades humanas, a partir de la asignación de bienes que son escasos, por tanto, los economistas hemos desarrollado a lo largo de los años, diversos planteamientos para lograr este objetivo, lo que se conoce como pensamiento económico, el que no es único, los científicos de la economía, convergen en torno a los postulados comunes, formado Escuelas, “Escuelas del Pensamiento Económico”, por lo que en esta ocasión, abordaremos el pensamiento de la Escuela de Chicago, el Monetarismo:

 

El monetarismo surge como doctrina impulsada por la escuela de Chicago, en la época posterior inmediata a la segunda guerra mundial, su planteamiento inicial, fue cuestionar al keynesianismo respecto a su postura sobre la política fiscal, ello por todo el periodo comprendido entre 1935 y 1960.

 

Otro planteamiento fundamental del monetarismo es el sobredimensionamiento de la libertad personal en los asuntos económicos y políticos, resucitando aquel postulado clásico “dejar hacer, dejar pasar”, que tanto daño ha causado sobre todo ante aquellos, que no pueden participar en el mercado, lo que se pronuncia ante la exigencia del estado mínimo. Los pensadores de esta escuela son principalmente economistas de la Universidad de Chicago como Frank Knight, Henry Simons y su mentor: Milton Friedman, los que, con la escuela austriaca, encabezada por Friedrich Hayek, hacen síntesis, creando el neoliberalismo. Bajo el liderazgo de Friedman, los monetaristas expusieron un conjunto de ideas que a la luz de los hechos no resultan coherentes, sobre la teoría y política macroeconómica que ponía en duda la ortodoxia Keynesiana reinante en los años sesenta.

 

En el momento de que inició su proyección, en el período del 1979-1981, el pensamiento monetarista dominaba en la política de muchos países industriales avanzados, siendo introducido en los países del entonces denominado “tercer mundo”; se puso énfasis en la importancia del dinero para la determinación del Producto Interno Bruto a corto plazo y de los precios a largo plazo, basándose en la teoría cuantitativa de los precios, considerando que estos varían proporcionalmente con la oferta monetaria y el análisis de las tendencias de la velocidad, por lo que sostienen que la velocidad del dinero es relativamente estable y predecible, ya que la velocidad refleja principalmente los patrones de ingreso y gasto.

 

El Programa Monetarista tiene tres características: a) La defensa de un Estado pequeño y de los libres mercados, b) mayor énfasis en la contención de la inflación que en la reducción del desempleo y c) un deseo de evitar una política gubernamental activa, es decir la preferencia por un gobierno simplemente administrativo.

 

Los monetaristas han defendido la no intervención del Estado en los mercados, asumen que estos son lo suficientemente competitivos como para que resuelvan eficientemente sin la mano del Estado todos los problemas de la sociedad, ya que, según ellos, por definición, el estado es altamente ineficiente y destructor de la libertad personal. Para respaldar esta afirmación Friedman dijo: «si la cantidad de bienes y servicios que se pueden comprar aumentara tan rápidamente como la del dinero, los precios permanecerían estables, incluso descenderían paulatinamente ya que la tenencia de ingresos superiores llevaría a los individuos a mantener una parte superior de su riqueza en forma de dinero”.

 

Respecto a la estabilidad de precios, plantean que una gran parte del desempleo es voluntario o inducido por medidas gubernamentales equivocadas, llamada por Friedman tasa natural de desempleo, que significa que la mayor parte del desempleo es un resultado normal de las fuerzas del mercado y es aceptable e incluso óptimo. Es la inflación y no el desempleo, el enemigo de la eficiencia económica, por lo que para los monetaristas colocan como pieza central una regla monetaria; la política monetaria óptima es establecer una tasa fija de crecimiento de la oferta monetaria y sostenerse en ella en todas las situaciones económicas, eliminando la principal inestabilidad de una economía moderna, las variaciones caprichosas y poco confiables de dicha política monetaria.

 

Los monetaristas ven el problema económico como que la economía es básicamente estable y autorregulada, y el papel del gobierno consiste en proporcionar un entorno predecible y estable en el que los procesos económicos puedan funcionar sin trabas, con mayor eficiencia, a fin de maximizar el beneficio económico, es decir que la intervención mínima del gobierno, los presupuestos equilibrados, la desregulación de los negocios, la industria y una norma de crecimiento monetario son parte fundamental del plan político monetarista.

 

Respecto a la inflación, este es un fenómeno relacionado con la “impresión de billetes», ello porque de acuerdo con lo que postula Friedman, “la inflación se produce cuando la cantidad de dinero aumenta, más rápidamente que la de bienes y servicios; cuanto mayor es el incremento de la cantidad de dinero por unidad de producción, la tasa de inflación es más alta».

 

Aunque muchas personas, principalmente los políticos quieran darle causas diferentes a la inflación que la del dinero, los monetaristas son muy claros y estrictos en el planteamiento donde dicen «La inflación es principalmente un fenómeno monetario»., pero reconocen un segundo factor, la producción o lo que es más claro la baja productividad; nada es más importante para el bienestar económico a largo plazo de un país que el crecimiento de la productividad, esto en si mismo es una contradicción, ya que ¿Cómo es posible incrementar la productividad, con un gobierno anulado y un estado acotado?

 

Los economistas monetarios, si la actividad económica de un país se halla en una situación tal que la totalidad de los factores productivos se encuentren empleados, la producción física de bienes y servicios no podrá aumentar a corto plazo, resultando por tanto que el incremento en la demanda por causa del aumento de la cantidad de dinero no se podrá satisfacer mediante un aumento en la producción, y, en consecuencia, los precios experimentaran una subida.

 

Muchos fenómenos pueden producir fluctuaciones en la tasa de inflación, pero sus efectos sólo pueden ser duraderos en tanto afecten a la tasa de crecimiento monetario, según ellos, es sencillo encontrarle un remedio a la inflación y, sin embargo, su puesta en práctica es difícil; del mismo modo que un aumento excesivo en la cantidad de dinero es la única causa importante de la inflación, la reducción de la tasa de crecimiento monetario es el único remedio para eliminarla; es decir si no hay suficiente dinero, disminuye la demanda, a menor demanda e igual oferta, disminuyen los precios, la disminución de precios, lleva a recortar la oferta, lo que significa menor producción y esa menor producción, se traduce en mayores tasa de desempleo y ello aumenta la pobreza, una realidad que México experimenta desde 1981 hasta la fecha; afirmaba el propio Friedman, que ante este desempleo deseable, el gobierno tiene que otorgar financiamiento a la pobreza, para evitar que los pobres por falta de empleo, no desestabilicen el sistema, por lo que se instrumentan los programas sociales.

 

El monetarismo como componente del neoliberalismo, necesita para implementar un nuevo modelo social totalmente liberal, que rompe con la tradición de occidente y curiosamente, las posturas de la “izquierda política”, son las más favorables para estos fines.

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