¿EL PRINCIPIO DEL FIN DE LA HEGEMONIA DEL DÓLAR? “Conclusión: La ilusión óptica del superpeso”

El Hijo del Camionero

Por: Dr. Mario Rodolfo Cid de León Carraro

Coordinador del Grupo de Estudio y Análisis

Político Económico de Nezahualcóyotl

 

@MRODOLFO_CID

 

Estuve leyendo algunos estudios de reputados economistas de agencias internacionales, tales como Serkan Arslanalp, Barry Eichengreen y Chima Simpson-Bell, los que resultan particularmente interesante, porque de su análisis puede entenderse, que ante las victorias rusas en el frente económico internacional, las que derivaron en la construcción de un sistema paralelo de pagos, que ha sido muy eficiente y que ha dejado al descubierto el peso desmesurado que el dólar estadounidense ha tenido en la economía del orbe.

 

La economía estadounidense y su política monetaria más restrictiva y el mayor riesgo geopolítico han contribuido a una mayor apreciación del dólar, en un ambiente de reorganización de los países en bloques diversos, quebrando antiguas alianzas, lo que fomenta que varios países, utilicen otras monedas para mantenerlas en reserva.

 

El dólar está perdiendo participación en las reservas de divisas de los bancos centrales y los gobiernos; la reducción de la importancia de esta moneda es inversamente proporcional, no al yen, la libra esterlina o el euro, la reducción de su importancia, es inversamente proporcional a las monedas de reserva no tradicionales, como el dólar australiano, el dólar canadiense, el renminbi chino, el won surcoreano, el dólar singapurense, las monedas nórdicas y he aquí, el rublo ruso.

 

Estas monedas son demandadas porque proporcionan diversificación y rendimientos relativamente atractivos, y porque se han vuelto cada vez más fáciles de comprar, vender y mantener en los sistemas de pagos alternativos y en negociaciones bilaterales entre países fuera de circuito por imposición de sanciones.

 

Resulta un tanto contradictorio, que, ante la revaloración actual del dólar, lo que en parte explica la depreciación del peso mexicano, que se debe a que los inversionistas privados, han adquirido instrumentos denominados en dólares, lo que nos lleva a no perder de vista que “las fluctuaciones de los tipos de cambio pueden tener un impacto independiente en la composición monetaria de las carteras de reserva de los bancos centrales”.

 

Desde un punto de vista más amplio, en las últimas dos décadas, el hecho de que el valor del dólar estadounidense se haya mantenido prácticamente sin cambios, mientras que la participación del dólar estadounidense en las reservas mundiales haya disminuido, indica que los bancos centrales se han ido deshaciendo de sus dólares de manera planificada, no fortuita.

 

El esquema de sanciones internacionales, si bien es cierto, que radicalmente no han propiciado de manera masiva la desdolarización, si ha llevado a que esta ocurra paulatinamente; diversos países han dejado de tener dólares por razones geopolíticas, además de no reportar la composición de sus reservas, no obstante la mayor oferta de dólares que indudablemente propicia estos desprendimientos, se ve compensado con la mayor demanda de dólares por parte de los inversionistas occidentales, con el objeto de tenerlos disponibles para adquirir títulos gubernamentales de diversos países.

 

Una moneda de reserva emergente que está ganando mercado es el renminbi chino, cuya cuota es igual a la cuarta parte de la perdida por el dólar; china ha estado avanzando en políticas para internacionalizar su moneda, incluido el desarrollo de un sistema de pago transfronterizo, la extensión de las líneas de intercambio y la prueba piloto de una moneda digital del banco central.

 

La internacionalización del renminbi, al menos medida por la proporción de reservas de la moneda hace sospechar que la depreciación del tipo de cambio de esta ha ocultado aumentos en sus tenencias de reservas; dicho de otro modo, el no reportar, ha traído ventajas a la política monetaria china.

 

La disminución de tenencias en dólares, y el aumento en reservas de monedas no convencionales, muestra el creciente poder de pocos países, entre los que se encuentran los BRIC, la Unión Euroasiática y distintos países africanos y centro asiáticos, por ello se puede observar que Rusia tiene razones geopolíticas para ser cautelosa a la hora de tener dólares, mientras que Suiza, que acumuló reservas durante la última década, tiene motivos para mantener una gran parte de sus reservas en euros, ya que la Unión Europea, es su entorno geográfico y su socio comercial más importante.

 

Son por lo menos 49 países, que tienen en sus reservas, por lo menos el 5% de monedas no convencionales; entre ellos se encuentran las principales economías avanzadas y los mercados emergentes, incluida la mayoría de las economías del Grupo de los Veinte.

 

La imposición de sanciones económicas de carácter masivo, propiciaron que los bancos centrales de los países afectados modificaran la estructura de sus reservas, para evitar el riesgo de “congelamiento”, comprando con estas tenencias de oro, que puede almacenarse en el país, alejándolo de riesgos innecesarios. La demanda de oro por parte de los bancos centrales mitigó la incertidumbre de la política económica mundial, generando la mayor acumulación de oro por parte de varios bancos centrales de mercados emergentes.

 

El sistema monetario y de reservas internacionales sigue evolucionando, un alejamiento muy gradual del dominio del dólar y un papel cada vez mayor de varias monedas emergentes de las economías pequeñas, abiertas y bien administradas, han logrado construir un nuevo mercado financiero internacional alterno.

 

Este panorama es muy importante para México, no debe olvidarse que muy independiente a lo expuesto, el dólar se conserva como patrón internacional de cambio, es decir, todas las monedas miden su valor en relación a esta, lo que explica la apreciación del peso a lo largo de los últimos 4 años, al incrementarse la oferta de dólares en los mercados, este bajó su valor, lo que por ende, se reflejó en un aumento de valor del peso, independientemente de otros factores y ahora, a medida que la demanda de dólares en occidente ha aumentado, ello se refleja en una disminución del valor del peso, es decir se incrementa el tipo de cambio.

 

A medida que el mercado de dólares se equilibre, el peso, vera incrementar el tipo de cambio, respecto a ese dólar, eliminando la ilusión de fortaleza económica e incluso de bienestar, ya que, si hubiera sido de otra forma, es decir que el valor del peso se hubiere incrementado por factores productivos, habríamos sido testigos de disminución de precios, fortalecimiento del mercado interno y un aumento sustantivo de la producción, pero como es evidente, no es así, esta es la ilusión del superpeso.

 

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