EL SUPER PESO “La historia de tras del mito”

El Hijo del Camionero

 

Por: Dr. Mario Rodolfo Cid de León Carraro

Coordinador del Grupo de Estudio y Análisis

Político Económico de Nezahualcóyotl

 

@MRODOLFO_CID

 

En esta ocasión, me es grato escribirle a ustedes, esta es la publicación número 52 del “Hijo del Camionero”, lo que implica un año completo de comunicación con ustedes a través de este espacio de “Poder Ciudadano.tv,” al que amablemente fui invitado por su Director, mi amigo, el Maestro Juan Carlos Flores Aquino, al que le estoy muy agradecido; también agradezco a Alma Delia, María Regina y Mariano Rodolfo, mi esposa y mis hijos respectivamente, por todo el apoyo para que el que les escribe pudiese desarrollar los temas que se les presentan semana a semana, por ser y estar atentos con la gente, ya que ellos me orientan sobre la expectativa que las personas tienen sobre los tópicos tratados, independientemente de los estudios que realizo; no obstante en esta ocasión hago un reconocimiento a mi padre, el “Camionero”, Rodolfo Cid de León Espinoza, quien desempeñó su trabajo con compromiso y a la par fue protagonista en la promoción de los derechos laborales de su gremio y que junto con mi madre, me dio la oportunidad de superarme; hoy esta fuertemente comprometida su salud, incluso esta hospitalizado: “Padre, desde este espacio pido a Dios te devuelva la salud y puedas regresar a casa con nosotros”.

El tema a tratar el día de hoy es de singular importancia, el “super peso” termino utilizado por medios de comunicación y por el presidente de la república para establecer el tipo de cambio sobre valuado como un indicados de fortaleza económica y de bienestar social, lo que es algo totalmente fuera de realidad, en un país de economía Macroeconomía Abierta como la nuestra; es el comercio internacional del país, quien se constituye como la columna vertebral del funcionamiento del sistema, dicho sistema se sustenta en un tipo de cambio libre, sujeto a la oferta y la demanda y no sujeto a disponibilidad de recursos en reserva, cuando este era fijo y por ende si era un indicador de bienestar.

De forma sencilla, puede establecerse que el tipo de cambio es el precio del peso mexicano medido en términos de otras monedas, concretamente el dólar, conforme a los acuerdos establecidos en Bretton Woods. De otra forma el tipo de cambio es como el precio de un producto sujeto a la oferta y la demanda en función de la cantidad de gente que lo quiere comprar o vender.

El dinero expresa la teoría marxista que es la mercancía universal, mientras que la teoría clásica en función de la aceptación universal establece que tiene las funciones de medio de cambio al ser aceptado para pagar o liquidar deudas, como unidad de cuenta para medir el valor de las cosas y comparar precios; y finalmente, como depósito de valor porque se puede guardar y usarlo en el futuro para adquirir más o menos la misma cantidad de bienes y servicios; todo ello sujeta su precio a la oferta y la demanda.

Nuevamente se hace hincapié que el tipo de cambio está sujeto a la oferta y la demanda, fija su nivel derivado de diversos factores de mercado, siendo la productividad el verdadero indicador de desarrollo y beneficio económico.

Entonces ¿Por qué se apreció el peso frente al dólar?, en primera instancia, el inicio de la Guerra Económica entre Estados Unidos y China llevó a los estadounidenses a imponer fuera de las reglas de la Organización Mundial de Comercio, una serie de aranceles muy fuertes a una gama muy amplia de productos y servicios que importaban del país asiático, encareciendo el precio de esas mercancías y por tanto disminuyendo su demanda. Las empresas extranjeras que en China producían esos bienes y servicios, a efecto de evitar los aranceles, empezaron a mudarse de país, generando un fenómeno denominado relocalización, encontrando destino en México, por lo que los inversionistas, introdujeron al mercado un flujo extraordinario de dólares para invertir, aumentando la demanda de pesos, manteniéndose estable la oferta de estos, por lo que su precio se incrementó, es decir se expresa en forma inversa respecto al tipo de cambio, el precio del dólar bajó.

Existió otro factor que propició que la oferta de dólares en la economía mexicana fuese mayor a la demanda de estos, la disminución de la actividad económica a nivel mundial a consecuencia de la pandemia del COVID 19, que también afectó e implicó a nuestro país, propició que, de manera momentánea, que el monto obtenido por exportaciones, fuera mayor al pagado por las importaciones, lo que propició un superávit comercial, aumentando la oferta de dólares, muy por encima de la demanda de estos.

También existió un factor externo, China es el país con mayores reservas en dólares en el mundo y en respuesta al aumento en los aranceles a su producción por parte de Estados Unidos, puso a la venta enormes tenencias de dólares, aumentando la oferta internacional, llevando a la devaluación del propio dólar.

Tras la normalización económica, tras haber quedado atrás la pandemia de COVID 19, la gente comenzó a demandar mas productos, sin que aumentara la oferta de estos, lo que llevó a que la inflación comenzase a incrementarse, por lo que el Banco de México implementó una política restrictiva, buscó disminuir la demanda, para reducir precios, a partir de incrementar la tasa de interés hasta el 12% anual, cuando en Estados Unidos era del 5%, por lo que los ahorradores estadounidenses trajeron sus dólares, aumentando aún más la oferta.

Queda claro así como se revaluó el peso, lo que no ocurrió por un aumento en la productividad, que hubiese llevado a una reducción de precios y un aumento de salarios, por el contrario los precios se siguen incrementando, la expresión de un precio de mayor valor en su poder adquisitivo, debió manifestarse en una reducción de esos precios y aumento del poder adquisitivo, por lo que la revaluación, de ninguna forma expresa una mayor eficiencia económica, de hecho esta no existe, ya que si esta revaluación, hubiera sido por mejora económica, la manifestación obligada era una reducción de precios en bienes y servicios, reduciendo la tasa de inflación.

Cabe destacar que, a pesar de las enormes cantidades de recursos en Inversión Extranjera Directa, la productividad de la economía no se incrementó, y se regresó al vicio estructural del país, el aumento de las exportaciones, supone un aumento superior al de las importaciones, por lo que el saldo de la balanza comercial, volvió a ser deficitario, lo que implica una salida de dólares por comprar más de lo que se vende, aumentando la oferta de pesos para adquirir dólares, lo que lleva a una disminución de valor, es decir a un aumento del tipo de cambio.

La disminución de la tasa de interés, también esta llevando a poner a la venta para comprar dólares para repatriarlos, lo que lleva a que se devalué el peso.

Por otra parte, acciones gubernamentales que generan incertidumbre jurídica, ha llevado que inversionistas retiren sus recursos del país, para lo que ponen a la venta sus pesos para comprar dólares y salir, o acciones de finanzas públicas, donde se plantea aumentar el gasto, sin que quede claro como se financiara, lleva a la salida de capitales.

Por lo expuesto, la idea falsa del super peso, ha ido desapareciendo este año, reforzándose ante la previsión de que el económico será menor, es decir, las variables económicas regresan a sus tendencias históricamente normales, el tipo de cambio también se normaliza, en enero de este año, se pagaron 17.17 pesos por dólar, mientras que en agosto se pagan 19.03 pesos por ese mismo dólar.

Existen implicaciones en la apreciación del tipo de cambio, cuando el peso tiene un precio más alto que el dólar, el precio de las importaciones se abaratan y el de las exportaciones se encarecen, mientras que cuando el tipo de cambio de deprecia, las importaciones se encarecen y las exportaciones se abaratan; también puede observarse que un peso con valor alto no tuvo incidencia en el nivel se precios.

La desaceleración económica que se hace sentir presagia que el peso se seguirá devaluando y por tanto será expresión del 0.7% anual promedio que el Producto Interno Bruto creció en este sexenio, ello sin contar el impacto que tengan algunas reformas constitucionales que se pretenden, sobre todo al poner en duda la certeza jurídica, la derogación de normas en áreas específicas, así como el manejo del presupuesto, lo que seguirá empujando a la salida de más dólares, por lo que con una balanza comercial deficitaria, cebe la pregunta: ¿la relocalización aportará los recursos necesarios, como para mantener el tipo de cambio en niveles menores al del sexenio 2012-2018? ¡veremos!

 

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