La Coalición Mundial para la Justicia Social “La Justicia Social en el Trabajo, una Deuda de los Actores Políticos con la Clase Trabajadora”

El Hijo del Camionero

Por: Dr. Mario Rodolfo Cid de León Carraro

Coordinador del Grupo de Estudio y Análisis

Político Económico de Nezahualcóyotl

 

@MRODOLFO_CID

 

En ocasiones, las personas hacemos análisis retrospectivo de nuestra vida ante algún evento especifico; como tantos mexicanos de mí misma edad, cuando fui niño, me tocó quedarme encerrado en casa, ya que al ser mi madre Servidora Pública y mi padre, operador de autobús foráneo de pasajeros, “el camionero”, no podían llevarnos al trabajo, por lo que no había más remedio que enfrentar tal situación.

 

Con el tiempo, ingresé a estudiar el preescolar en la estancia del Tribunal Superior de Justicia, del entonces Distrito Federal, lo que significó tener que salir de Nezahualcóyotl a las 06:00 am, tomar el Tollocan o el Chimeco en la Avenida Texcoco, para hacer el recorrido en poco más de una hora a la estación Zaragoza, para hacer fila en los corrales y poder ingresar al metro; Balderas y Niños héroes, con todo y el corral, se hacer el recorrido en poco más de una hora, es decir ese trajín de dos o más horas solo de ida, situación que en la actualidad no solo no ha cambiado, ha empeorado.

 

Cursando la Primaria, en el Centro Escolar Benito Juárez, de la colonia Roma, al salir de clases, era salir derecho a la oficina de mi madre, y ahí esperarla hasta la hora de salida, fueron muchos años en aquella, la Sexta Sala Penal, hasta que, cursando el sexto año, regresaba solo a casa, hoy algo totalmente impensable, que tanto retrocedimos en vez de avanzar.

 

Cuando mi padre, estaba en casa el fin de semana, en vez de parque la vuelta era en vez del parque, en los talleres de la calle de Sol, después consulado, luego Santa Rosa; que años aquellos; en este marco realicé mis estudios, por lo que por razones evidentes me han llevado a estudiar el mundo del trabajo, que en lo que corresponde a México, se distingue por ser injusto, precario e inflexible como regla general, donde parece que si la persona quiere tener un empleo, tiene que cancelar su vida personal y familiar por incompatibles y lejos de solucionar esto, se crean estancias infantiles o se entrega dinero en efectivo para buscar quien cuide a los hijos y a aquellos que ya no se pueden valer por si mismos; todo eso antes que hacer más justa la vida laboral, normalicemos lo anormal.

 

El estudiar el mundo del trabajo, me llevó a identificar a la Coalición Mundial para la Justicia Social, entidad que analizaremos en esta columna y que se ha generado en el entorno de la Organización Internacional del Trabajo:

 

La Coalición Mundial para la Justicia Social es una entidad que tiene por objeto reforzar el trabajo colectivo, con objeto de alcanzar de manera plena, la tan anhelada justicia social, mediante el establecimiento del trabajo decente, logrando un espacio de colaboración, en el que los asociados establecen oportunidades individuales y colectivas, con el objeto de alcanzar un mayor equilibrio entre las dimensiones económica, social y ambiental, a fin de reducir considerablemente las desigualdades y la pobreza y facilitar el acceso a oportunidades y necesidades esenciales en todo el mundo.

 

El estado continuo de crisis que vive el sistema capitalista, y el cambio de las relaciones económicas de larga data, alejan a las clases trabajadoras de la siempre añorada justicia social; la justicia social hace que las sociedades y economías funcionen correctamente; reduce la pobreza, las desigualdades y por ende reduce los choques sociales, además de que se logra la prosperidad compartida, una estabilidad que genera paz social y un desarrollo socioeconómico más inclusivo y sostenible.

 

Claramente, la lucha por la justicia social, que es un elemento central del mandato constitucional de la Organización Internacional del Trabajo, va más allá del mundo del trabajo y requiere la implicación de todo el sistema multilateral; por ello, en ese sentido, la Coalición es una plataforma voluntaria que reúne a Gobiernos, organizaciones de patrones y de trabajadores, organizaciones internacionales y regionales, instituciones financieras y bancos de desarrollo, empresas, organizaciones internacionales no gubernamentales, instituciones académicas y centros de investigación comprometidos con la promoción de la justicia social, a fin de emprender iniciativas colaborativas para alcanzar los objetivos que comparten.

 

La Coalición impulsa la colaboración entre sus asociados para amplificar las ventajas únicas de cada participante y abordar de forma integral y coherente los desafíos que enfrenta la justicia social. Por consiguiente, la Coalición servirá de plataforma para generar mayores compromisos políticos e impulsar medidas concretas en apoyo de las prioridades nacionales; por ello sus objetivos son los siguientes:

 

1.- Brindar un espacio de colaboración, en el que los asociados aunarán fuerzas para definir medidas individuales y colectivas centradas en la justicia social y el trabajo decente, con objeto de no dejar a nadie atrás en apoyo de las prioridades nacionales. Este enfoque colaborativo asegurará que las ventajas y los conocimientos especializados de cada asociado se aprovechen al máximo para lograr un cambio real, amplificando así las repercusiones de sus medidas y de su pertinencia al abordar las necesidades definidas y alcanzar resultados que vayan más allá de lo que se podría lograr individualmente.

 

2.- Elevar los esfuerzos de promoción para incorporar la dimensión de la justicia social a los debates políticos internacionales, regionales y nacionales.

3.- Ser una plataforma que permitirá generar estudios de investigación analítica y estadística, así como facilitar la cooperación multilateral y el intercambio de conocimientos utilizando una plataforma basada en internet como repositorio de buenas prácticas y una mayor coherencia de las políticas sobre justicia social y trabajo decente.

 

El desarrollo temático de la Coalición se basa en las prioridades comunes y las oportunidades seleccionadas conjuntamente por sus asociados, empezando por:

 

  1. Abordar la desigualdad, la discriminación y la exclusión.
  2. Hacer efectivos los derechos laborales en cuanto que derechos humanos, asegurar la dignidad humana y satisfacer las necesidades básicas.
  3. Promover el empleo productivo y libremente elegido y las empresas sostenibles ampliando las posibilidades de acceso y las capacidades en la materia.
  4. Proporcionar protección y aumentar la resistencia.
  5. Fortalecer las transiciones justas y la dimensión social del desarrollo sostenible, el comercio y la inversión.
  6. Reforzar las instituciones de diálogo social.

 

Resultaría muy valioso para gobiernos y organizaciones legitimas de trabajadores, incorporarse a la Coalición Mundial para la Justicia Social, ya que con ello se lograría:

 

  • Aumentar el alcance y el impacto de sus acciones, aprovechando los mandatos, las prioridades y los recursos especializados de cada asociado y fomentando los esfuerzos colectivos en favor de la justicia social.

 

  • Lograr resultados que no se pueden alcanzar individualmente, colaborando con otros asociados de manera más coherente y coordinada.

 

  • Para generar nuevas oportunidades y alianzas, estableciendo nuevas redes, aprovechando las estructuras y actividades existentes con otros asociados y facilitando el desarrollo de nuevas iniciativas de colaboración.

 

  • Para aumentar la visibilidad de sus acciones e iniciativas en favor de la justicia social, sacando partido de una red más amplia de colaboradores con objeto de dar a conocer y destacar los progresos obtenidos.

 

  • Para beneficiarse del diálogo social, aprovechando la estructura tripartita de la Organización Internacional del Trabajo, el compromiso de sus interlocutores sociales y sus conocimientos especializados en materia de diálogo social como medio eficaz para promover la justicia social de forma sostenible.

 

México ante la realidad laboral en que vive, tendría una gran oportunidad al incorporarse a la Coalición Mundial para la Justicia Social, lo ideal, es que lo hiciese a nivel de gobierno, pero si lamentablemente no hubiere voluntad, deberán ser organizaciones laborales, como lo son sindicatos, o bien ligas de académicos u otras organizaciones sociales, incluidos los partidos políticos.

 

Si realmente el gobierno tiene la voluntad de transformar la situación del trabajo, para que pueda considerarse decente y digno, aquí hay una oportunidad palpable, que no se presta a la simulación, actúa o actúa, así mismo también la oposición tiene una oportunidad de reivindicarse al participar en la Coalición, promoviendo legislativamente las posiciones de la entidad en favor de los trabajadores mexicanos, esperaría que los humanistas políticos, queden a la altura de situaciones que no han sido rebasadas.

 

Nunca más el trabajo debe ser incompatible con la vida familiar o personal; debemos conseguir el trabajo decente, que no lleve a implementar acciones, con las que se normalice lo anormal.

 

 

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