- Reconocida por su trayectoria como una de las voces más representativas de la literatura bilingüe en México, su obra contribuye a visibilizar la riqueza cultural de los pueblos originarios
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Literatura, entregaron hoy, martes 7 de octubre, la Medalla Bellas Artes en la disciplina de Literatura en Lenguas Indígenas 2025 a la poeta Natalia Toledo de Paz, como reconocimiento a su destacada aportación al arte y la cultura de México.
Al hacer uso de la voz, la titular del INBAL, Alejandra de la Paz Nájera, recordó que las Medallas Bellas Artes son el máximo galardón que otorga el instituto; instauradas en 2003, fue hasta 2023 cuando se incluyó el reconocimiento a la Literatura en Lenguas Indígenas, ahora, en 2025 se reconoce a la poeta Natalia Toledo.
“Esperamos que este reconocimiento sume aliento a tu poesía, a tu labor de promoción cultural y que impulse el camino que desde hace años has tejido. Gracias por recordarnos que en México se hace bellísima literatura en muchas y muy bellísimas lenguas”.
La directora general del INBAL recordó que además de poeta, Natalia Toledo es diseñadora, promotora cultural y ha colaborado en diversos proyectos de gestión educativa, que benefician a diversas comunidades, al fortalecer su derecho a una vida cultural digna en sus propias lenguas.
“Su obra ha sido decisiva para visibilizar la lengua y la cultura zapoteca en la literatura contemporánea mexicana, y se destaca por la sensibilidad con la que conecta con sus raíces y la profundidad de sus imágenes poéticas. En sus palabras se inscriben sus vivencias en Juchitán, la exploración de la cultura y cosmovisión zapoteca, mediante las cuales contribuye a que sus tradiciones y costumbres se reconozcan y valoren”, agregó.
La homenajeada, Natalia Toledo, recordó que creció en un mundo que no aceptaba otro idioma que el español. A los ocho años llegó a la Ciudad de México. Su primer libro, publicado a los 21 años, era en español, no obstante, tras leer que los críticos no reconocían la existencia de literatura en lenguas originarias, como ‘alta poesía’: “Me di cuenta que yo venía del pensamiento de quienes desarrollaron la escritura más antigua que se conoce en América, los zapotecas, desde ese día abracé mi lengua, y prendí las luces de mi palabra”.
Subrayó: “Dedico esta medalla a mi constelación ‘huarache’, a las mujeres que con sus arrullos y su leche me enseñaron a trenzar las palabras que habitan mi corazón”, agregó.
Agradeció a las integrantes del jurado y al INBAL por valorar su trabajo: “Para mí la poesía es como el totopo, como el aire tibio de Juchitán dándome en la cara, como el lodo en los pies luego de una lluvia espesa. Es volver a sentarme con todo lo que he amado y que ahora vive en la espalda del tiempo, es volver a sentir el olor de los tulipanes rojos, de la albahaca fresca con que me bañaba mi mamá para quitarme la tristeza, esa nostalgia que se instaló en mi lado izquierdo desde niña.
“Esa es la poesía, la fuerza vital que me devuelve el pulso cuando no siento correr la sangre de mi cuerpo, la sonaja del árbol que plantaron en mi ventana cuando nací y que me sigue acompañando”.
Como representante del jurado, la escritora Margarita León, recordó que Natalia Toledo es poeta y diseñadora zapoteca, que combina su trabajo literario con la elaboración y difusión de la cocina del istmo de Tehuantepec, el diseño textil y la joyería “una literatura expandida que une lo poético, la memoria y los afectos… Es un referente claro y amplísimo de las voces poéticas contemporáneas, vamos tras ella sin titubear, andando y desandando sus huellas todas y cada una de nosotras”.
Y agregó: “Natalia Toledo es esencial en el panorama de la literatura mexicana contemporánea. Su obra tiene un alcance universal tanto en el manejo de los recursos lingüísticos y literarios que utiliza en español y didxazá (zapoteco), como en los temas que aborda en su poesía. El juego poético va desde Olivo negro en los callejones de Juchitán, al deseo en El dorso del cangrejo, y pasa por los cuentos y relatos que hacen felices a los niños”.
A su vez, la activista y artista visual Gladys Tzul Tzul, comentó cómo Natalia Toledo conecta mundos, entre la tradición indígena, su historia como comerciante, diseñadora, la influencia de su padre, Francisco Toledo, entre otras experiencias que la marcaron desde niña: “Su herencia de comerciante, en gran medida, es lo que le ha dado la autonomía para la creatividad que ha impulsado su producción intelectual y material, sabe que se puede vivir de su trabajo como comerciante, así como de sus letras, eso le da la libertad de no estar atada a los criterios externos para la creación, aunque no deja de examinarlos”.
El evento, que se llevó a cabo en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, contó también con la presencia de la coordinadora nacional de Literatura del INBAL, Nadia López García, así como de familiares, amigos y colegas de la poeta laureada.
Reconocimiento por unanimidad
Natalia Toledo de Paz nació en Juchitán, Oaxaca, y es una de las voces más representativas de la literatura bilingüe en México. Egresada de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM), ha participado en diversos festivales nacionales e internacionales.
En 2004 obtuvo el Premio Nacional de Literatura Nezahualcóyotl por su libro Olivo negro, y parte de su obra integra la antología Words of the True Peoples, Palabras de los seres verdaderos (2005). Entre sus publicaciones recientes se encuentra El dorso del cangrejo (2022).
El jurado, conformado por Luz María Lepe Lira, Margarita León y Susana Bautista Cruz, decidió por unanimidad entregar la presea a la escritora juchiteca, cuya obra bilingüe en zapoteco y español es un referente en la literatura contemporánea mexicana.
Con una escritura que combina la fuerza poética del zapoteco con la universalidad del español, su trabajo contribuye a visibilizar la riqueza cultural de los pueblos originarios y a situar sus lenguas dentro del mapa literario internacional.