“El Hijo del Camionero”
Por: Dr. Mario Rodolfo Cid de León Carraro
Coordinador del Grupo de Estudio y
Análisis Técnico Político de Nezahualcóyotl
En el año 2020, tuve acceso a una disertación en la que el anfitrión, fue el embajador de China en México; dicha disceptación, tuvo por objeto revisar la quinta sesión plenaria del XIX Comité Central del Partido Comunista de China realizada en octubre de 2020, en la que se acordó incluir en el XIV Plan Quinquenal y los Objetivos a Largo Plazo para 2035 la configuración de un nuevo patrón de desarrollo en donde la circulación doméstica fuera el pilar que se reforzará mutuamente con la circulación internacional.
Se debe reconocer que estos son temas difíciles de tratar, debido a la cerrazón de mucha gente y sus prejuicios, he incluso no va a faltar quien me diga comunista, por abordar este asunto, cuando lo que se trata es analizar desde un punto de vista científico, los factores organizacionales y no políticos o ideológicas (independientemente su impacto o correlación con los éxitos), que han propiciado el muy eficiente funcionamiento del gobierno chino y con ello dilucidar el impacto de ese funcionamiento en el desempeño de la economía.
Por lo anterior y con base en lo expuesto por el embajador, puede entenderse el seguimiento de un nuevo patrón de desarrollo como la opción estratégica que China adoptó de acuerdo con los cambios a la etapa, el entorno y las condiciones del desarrollo, centrándose en el crecimiento y desarrollo económico a largo plazo, a lo que adicionalmente se realizó un reajuste que China tomó por su propia cuenta en función de las leyes económicas y las tendencias de desarrollo, para así garantiza el desarrollo de alta calidad del país y su contribución al crecimiento económico mundial, lo que significa que la base estratégica del nuevo patrón de desarrollo consiste en ampliar la demanda interna; esta situación debe analizarse a profundidad, cuando tenemos un modelo basado en la exportación, ¿no será acaso el desarrollar la de manda interna en todos los segmentos sociales, lo que nos lleve a un crecimiento suficiente con desarrollo económico, que nos saque de la pobreza?
China acelerará la configuración de un sistema integral de demanda interna, lo que lleva a la conformación de una inmensa base social de clase media, lo que propicia una reforma estructural por el lado de la oferta e impulsará el desarrollo mediante la innovación y la alta calidad en las cadenas de suministro, estos elementos coadyuvarán a la orientación y creación de nuevos mercados a fin de proporcionar una fuente sostenible de recursos para la economía nacional e incrementar una mayor demanda para la economía global.
En lo expuesto podemos tomar una nueva elección para México, deben dejarse atrás o por lo menos dejar de ser sustantivas, las inversiones en maquiladoras, armados o ensambles, para fomentar las inversiones nacionales y extranjeras en todo tipo de empresas 0.4 y 0.5, que requieren mano de obra altamente especializada, además de mucha creatividad en la generación de productos de alto nivel.
China cuenta con una población de mil 400 millones de habitantes, de los cuales 400 millones de personas pertenecían en aquel entonces a una población creciente de ingresos medios, la que indudablemente ha aumentado considerablemente en estos tres años, derivado de que, en años anteriores, el ingreso disponible per cápita ha crecido a un ritmo superior al crecimiento del PIB. En 2019, la demanda interna alcanzó los 12.6 billones de dólares, la que para el año 2035 se duplicará en escala real; asi mismo se proyectó 2.5 billones de dólares para la importación acumulada de servicios en el próximo lustro y 22 billones de dólares para la importación acumulada de mercancías para la próxima década.
Hasta ahora con las supuestas políticas neoliberales, presuntamente muy exitosas, México esta muy lejos de resultados similares a los de los chinos, con su nuevo patrón de desarrollo, el que ha hecho énfasis en la apertura y la fusión.
China ofrece un mejor entorno de políticas y servicios para que las empresas extranjeras ingresen al mercado chino y compartan sus oportunidades de crecimiento; de esta forma se pone un especial interés para que la demanda interna sea atractiva para los recursos globales de alta calidad. China promueve que sus empresas participen de una manera más competitiva en la división internacional del trabajo y amplíen el mercado internacional de tal forma que impulsen y optimicen la circulación doméstica, tan esa así, que las empresas que están saliendo de ese país para relocalizarse, realizan actividades que los chinos ya no quieren hacer, por su poca contribución al desarrollo, por su poco valor agregado y por que implican el pago de salarios bajos; lo preocupante, es que esas empresas se están relocalizándose en México, contribuyendo a la ampliación del estancamiento.
En 2019, China invirtió 136 mil 910 millones de dólares hacia el exterior, ocupando el segundo lugar mundial en este rubro, y el stock de la inversión alcanzó 2.2 billones de dólares que la situó en el tercer puesto global y continúa ampliando de forma ordenada su inversión hacia el exterior, por lo que lograra, fusionar el mercado interno y externo, compartir los recursos y permitir que sus ventajas económicas se complementen con el mundo. ¿México está en esa lógica? No.
El presidente chino Xi Jinping expresó que el nuevo patrón de desarrollo no es una circulación interna cerrada, sino una circulación dual abierta. Se refuerzan entre sí la circulación doméstica e internacional, ambas ayudarán a fomentar el intercambio y la cooperación económica entre China y el resto del mundo, impulsando así la construcción de una economía mundial abierta.
Dos acontecimientos recientes reflejan las acciones concretas de China para continuar la apertura y lograr la cooperación de beneficio mutuo mediante la construcción de un nuevo patrón de desarrollo:
El primero fue la realización de la 3ª Exposición Internacional de Importaciones de China; el valor de los acuerdos de intención sumó 72 mil 620 millones de dólares, un aumento del 2.1% con respecto al año pasado, por lo que en la inauguración, el presidente Xi Jinping anunció una serie de medidas destinadas a la ampliación de la apertura que China adoptará, como la elaboración de una lista negativa del comercio transfronterizo de servicios y la reducción del catálogo de tecnologías sujetas a prohibiciones o restricciones de importación. El segundo fue la reciente firma del acuerdo de la Asociación Económica Integral Regional entre China y otras 14 naciones, con la cual se creó la zona de libre comercio con la mayor población participante del mundo, la membresía más diversa y el mayor potencial de desarrollo.
En el futuro inmediato, China profundizará la cooperación bilateral, multilateral y regional, firmará más tratados de libre comercio de alto estándar con otros países, construirá la Franja y la Ruta de alta calidad y participará activamente en la reforma del sistema de la gobernanza económica global, a fin de lograr un mayor nivel de apertura e inyectar nueva energía para la economía china y mundial.
Ante contundente mensaje del embajador, solo queda analizar la situación, China es la segunda nación con la que México tiene una mayor relación comercial, de 2015 a 2019, el comercio bilateral agropecuario y pesquero creció a un ritmo medio anual de 18%, y están ingresando al mercado chino cada vez más productos mexicanos representados por el aguacate, arándano y tequila; esto parecería “maravilloso” y los últimos cuatro gobiernos incluido el actual, han exaltado tal situación, no obstante la desilusión ante la cruda realidad deviene cuando se observa lo que China invierte, vende y trae a México, en el periodo señalado se ha incrementado en un 160% , por lo que lo que exportan a nuestro país son bienes de capital y de alta tecnología, que aportan grandes ganancias al país asiático; es decir, simplemente estamos fuera del circuito económico real.
Como se ha expuesto, aunque las exportaciones mexicanas a China crecen, son pescado, aguacate y tequila, mientras que México les importa bienes de capital y tecnología, por supuesto hay mucho que aprender de los chinos en materia económica.
México entro al circuito de la interrelación mundial con sus contradicciones en la década de los cuarenta, mientras que los chinos lo hicieron al final de los setenta, es decir treinta años después y hoy su economía es quince veces más grande que la nuestra, repito hay mucho que aprender, pero mucho, la tarea por recuperar el tiempo perdido es muy grande.
@MRODOLFO_CID