Lo popular es tendencia.
Efraín Delgadillo
Los temas que los mexicanos consultamos con mayor frecuencia en internet fueron los deportivos, especialmente el Mundial de Clubes, y en cuanto a personas, Paquita la del Barrio y Florinda Meza. Eso también nos caracteriza como nación.
Google presentó su informe «Año en Búsquedas», un recuento que se ha convertido ya en una tradición y brinda un vistazo privilegiado a los temas que más se discutieron en el ámbito digital de México. El documento no solamente explica qué buscó la gente, sino también cómo estos intereses reflejan el ritmo social, cultural y tecnológico de la nación.
El deporte se volvió a situar en la parte alta de la lista, evidenciando que sigue siendo uno de los principales motores del interés digital entre los mexicanos. Las búsquedas generales fueron lideradas por competencias como la Copa Oro, el Mundial de Clubes, la Copa Mundial Sub-20 y la Champions League. Al mismo tiempo, el anticipado combate entre Terence Crawford y Saúl «Canelo» Álvarez se volvió uno de los eventos deportivos más buscados.
Por la serie, Florinda Meza: Sin querer queriendo. Al igual que La Granja VIP, por encima de La Casa de los Famosos. Así estamos y así somos.
Por lo tanto, se hace evidente que la popularidad no equivale a bienestar, ni a lo mejor o más útil. Lo que los mexicanos buscamos en Internet es una definición política y, por ende, cultural. Lo que pasa es que la cultura tiene una dimensión política.
Tampoco en los artistas más escuchados de México se ve mejor; Bad Bunny, puertorriqueño, y Fuerza Regida, un grupo de origen mexicoamericano que surgió en San Bernardino, California, son los más populares. Bad Bunny es un fenómeno aparte; ha logrado conquistar un planeta con toda una industria en su contra: Los norteamericanos entendieron que el español es el idioma dominante en el mundo de la música y factor de consumo, por eso su inclusión en el Super Bowl.
La cultura es una declaración política. Bad Bunny es un tipo sin estudios, de familia pobre,trabajador de supermercados, que se involucra en la música y logra ser el primer artista en español más vendido y escuchado en el mundo.
Fuerza Regida es un grupo nacido en San Bernardino, California. Es una de las zonas más difíciles para migrar; es árido, caluroso y con pocas oportunidades. La derecha de este país debería presentar al puerto riqueño y los de Fuerza Regida como ejemplo a seguir.
Este es el tema fundamental: la búsqueda de la popularidad sobre la eficiencia; los deportes, los actores de programas cómicos, La granja VIP y la música que se escucha en Méxicorepresentan el fin de la cultura de izquierda en este país. Es el esfuerzo personal por encima de las estructuras sociales.
El pasado 8 de diciembre, el presidente Donald Trump, hizo algo inusual: felicitó a los católicos por la celebración de la Concepción de María, “las conchitas”, como les decimos cariñosamente en México; lo hizo con una imagen muy poderosa: La Virgen de Guadalupe. 4 días después, el mismísimo 12 de diciembre, la presidenta Claudia Sheinbaum en sincronía llamó por teléfono al Papá León XIV para invitarle a México. Era el día en que llegaron 13 millones de peregrinos a la Basílica de Guadalupe. Sabe lo que es popular.
Ahora tenemos plazas públicas llenas con espectáculos musicales como el concierto de Juan Gabriel en Bellas Artes; los alcaldes presentan reguetón en sus informes o, como en Cuautitlán, al grupo Bronco. Lo importante es mostrar que se puede ser feliz en la Cuatro Té. Que la calle es una fiesta gracias a los gobiernos de Morena.
La batalla cultural de la izquierda está perdida de antemano. Mientras hacen el teatro de promover el pasado precolombino, en realidad promueven la cultura del consumo, del individualismo, de la religiosidad y del esfuerzo personal como mecanismo de ascenso social. En resumen: promueven la ideología de la derecha.
El presupuesto que se prevé para la Secretaría de Cultura en 2026 es de 13,097 millones de pesos, lo cual representa una reducción real del 17.1% en comparación con el año anterior. Este presupuesto constituye solamente el 0.13% del gasto total del gobierno, una cifra muy por debajo del 1% que la Conferencia Iberoamericana de la Cultura y la Carta Cultural Iberoamericana sugieren internacionalmente para asegurar el acceso real a los derechos culturales.
En realidad, el Estado solamente debería proporcionar financiación para las infraestructuras que fomentan el desarrollo cultural, no para los contenidos. De esta manera, las propuestas más efectivas podrían difundirse sin que ningún bloque político las monopolice.
Por eso, cuando me mencionan la popularidad, pienso en que se comparan con artistas, futbolistas y músicos; de eso es de lo que va. Para iniciar, la lucha por lo nacional está perdida; ahora los mexicanos están más enfocados en el mundo. Al tiempo que su gobierno destina menos dinero a la cultura. ¿Usted conoce el proyecto cultural de la Cuatro Té?





