Participación del secretario de Economía Marcelo Ebrard durante el Foro de Astronautas en la Feria Aeroespacial Mexicana 2025

Secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubon: Bueno, muy breve, darles un saludo. Se preguntarán ustedes qué hace el Secretario de Economía aquí, estando en medio de una negociación tan compleja ahora con los Estados Unidos, ahora que los mencionabas, y en un mundo que está cambiando tan rápido, todos los sistemas comerciales. ¿Por qué estar aquí? En un foro sobre el espacio.

Además de que coincido 100 pro ciento con lo que acaba de decir Katya, que me da mucho gusto verte, y felicitar a los organizadores del foro. Coincido plenamente, y además pienso que es una de las grandes posibilidades económicas de México, de empleo, de tecnología y de autonomía. Hemos luchado muchos años cada quien, en su frontera, o en su espacio, por poner la industria aeroespacial en el centro de las prioridades del país.

Porque los países que pueden producir tecnología de avanzada aeroespacial, aeronáutica y espacial, son los países que tienen mayor capacidad de autonomía relativa. Está relacionada una cosa con la otra. Hubo una época en la que México, larga, que por cierto terminó ya hace varios años, cuando menos del 18 para acá, pero hubo una época larga en la que se decía no tiene caso desarrollar tecnología propia, porque pues mejor lo compramos donde sea, o nos subimos a lo que haga otro país, en este caso Estados Unidos.

Hoy pensamos que México debe ganarse su lugar por sí mismo, que puede, tiene todo y tiene la voluntad de hacerlo. Por eso se llama Plan México y se llama Hecho en México. Y hoy le vamos a poner, en un momento más, certificado de hecho en México a seis empresas mexicanas, 100 por ciento que están generando hoy tecnología, no es un plan.

Allá afuera hay un avión 100 por ciento desarrollado en nuestro país. Y yo he estado en muchos eventos de ellos y he estado junto con ellas y ellos, en todo lo que han tenido que pasar. Es un proyecto que va a cumplir 10 años, pero fue hecho 100 por ciento en nuestro país, está a nada, milímetros, de tener su certificado, montar línea de producción y que salgan los primeros aviones Hechos en México, yo les invito cuando eso suceda, porque eso no había pasado en muchos años.

Y son ingenieras, ingenieros, sí, pero también hay contadoras, contadores, abogados, filósofos. La otra vez me encontré un filósofo en una de las industrias mexicanas más avanzadas en desarrollo de drones.

Le dije, ¿qué hace aquí? Y me dice, pues un día, platicando con mis compañeros en la escuela, que son ingenieros algunos, les hablaba yo del sueño de que pudiéramos toda la humanidad ir hacia el espacio, porque nos tienen que unir, en vez de que sea una competencia destructiva. Y entonces hizo un libro sobre eso, que es la filosofía de la paz desde el espacio, por eso lo invitaron. Me encontré un filósofo y dije, esto es maravilloso, no es un tema técnico, tú estabas ahora tocando eso, es un tema de cuál es el rumbo de la humanidad.

Bueno, por lo pronto les digo, porque dije que era un saludo, no quiero interrumpir más el foro, que hoy por hoy nuestra industria, para que ustedes vean la capacidad que tenemos, la industria mexicana aeroespacial ya alcanza los 22 mil 700 millones de dólares. Repito la cifra, 22 mil 700 millones de dólares. Pensamos que va a llegar todavía más arriba, hacia el 2030.

Tenemos 386 empresas en nuestro país dedicadas a la manufactura aeroespacial, 386 empresas, pequeñas, medianas y grandes. Abarcan el 90 por ciento de la actividad industrial del sector, están en Baja California, Nuevo León, Sonora, Querétaro, Chihuahua, Guanajuato, Estado de México y la Ciudad de México también. Y tienen un ritmo de crecimiento del 15.18 por ciento quinquenal.

Cada cinco años están creciendo 15.18 por ciento. O sea, es una de las actividades más exitosas del país. Entonces esto es una realidad. Hicimos un convenio para participar en la Artemisa y México propuso un nanorobot desarrollado en la Universidad Nacional Autónoma de México que se llama Colmena.

Será el primer artefacto hecho en México, diseñado en México, que llega a la Luna. Pero es un hecho, esto no es un plan. Es una realidad.

Entonces ustedes imagínense, si todo esto se ha hecho, pues a veces en condiciones muy difíciles, adversas, como ya lo decía bien Katya hace un ratito, qué bueno que estás haciendo esa iniciativa, ¿qué no podremos lograr si nos lo proponemos? Resolvemos obstáculos, le ponemos hecho en México y lo vamos a ver en la Luna. Y después en Marte, ¿por qué no? No tenemos límite.

Yo terminaría, si ustedes me permiten con una anécdota de por qué esto es tan relevante, y es cierto, además de los datos que les acabo de dar.

Un país que tiene 386 empresas, que rebasa 22 mil millones de dólares, que ya va a ser el número 10 en los productores del mundo, en materia aeronáutica, claro que se puede proponer esas metas. Pero recuerden también de dónde venimos. Una vez fui a Estados Unidos a un encuentro con las autoridades de Estados Unidos y nos invitaron al Observatorio de la Marina.

La primera cosa que me llamó la atención en esa ocasión es que el secretario de la Marina salió y me habló en español, porque es de origen cubano. Y fue muy, muy, muy gentil y muy buena persona. Nos invitó al observatorio, que es del siglo XIX, fines del siglo XIX.

Y total, hubo un coctel con todo el gobierno de los dos países. Y en un momentito vino corriendo de la biblioteca y me dice, oiga, Secretario, necesito, si tienes dos minutitos, que me acompañes a la biblioteca, porque tengo un libro que no sé qué significa. Es un libro antiguo mexicano y tiene una dedicatoria, pero como es en español, no sé qué significa.

Y le dije, claro, ahora voy. Entonces fuimos en un momentito que se pudo. Y el libro que tiene es el recuento de la misión de Francisco Díaz Covarrubias, astrónomo, matemático, yo diría un mexicano excepcional, geógrafo, bueno, hizo de todo, porque quería medir la traslación de Venus. Francisco Díaz Covarrubias y fue a Japón en 1874 e hizo un libro sobre esa misión. De hecho, México estableció relación con Japón por el espacio. No teníamos relaciones con Japón.

No nos había ido bien, inclusive. Nuestro primer Santo, San Felipe Jesús, fue martirizado en Japón. Pero el astrónomo fue, visitó, recibió todas las facilidades e hizo su libro.

Y además recomendó que se hiciera una relación diplomática con Japón y se hizo. Se firmó un tratado como resultado de ese viaje. Pero ¿qué dice el libro? El libro dice que los Mayas fueron el pueblo que medió con más precisión histórica 800 años antes que Galileo la traslación de Venus.

Porque lo que estaban tratando de entender es cómo funcionaba el sistema solar. Fíjense lo importante de esto, casi un milenio antes que Europa. Nada más para recordar de dónde venimos.

Estando yo en la Cancillería volvimos a publicar esa, digamos, la interpretación del Códice Maya que es uno de los más exactos recuentos de la traslación de Venus. Bueno, Díaz Covarrubias fue a Japón para, imagínense, en 1874 llevar tu telescopio. Bueno, ha de haber sido una hazaña eso, ¿verdad? Él era oriundo de Jalapa, Veracruz.

Llegó hasta allá. ¿Me recuerdas tú a Díaz Covarrubias? Porque vean hasta dónde llegó ella. Bueno, aquel fue hasta allá, midió la traslación, hizo un libro, se lo mandó a su amigo y le dijo acuérdate que la mejor manera que tenemos de medir el sistema solar y sus ciclos es partir de la Astronomía Maya y por eso te mando el libro.

Y cuando les dije esto, cuando estaba yo terminando el coctel que estaba en otra sala estaba en torno a lo que estaba yo diciendo y cambió todo el ambiente de la reunión porque es asombroso y mucha gente no lo sabía en Estados Unidos, bueno, en ese momento nadie de los que estaban en la mesa, que nosotros venimos de un pueblo que un milenio antes que Galileo Galilei midió la traslación de Venus y sigue siendo inspiración hoy en los estudios sobre el sistema solar. Entonces, ¿por qué no vamos a estar ahí? Si siempre hemos estado. Bueno, muchas gracias.

Gracias por la invitación. Muchas gracias.

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