Mientras vecinas y vecinos protestan por la gentrificación de las colonias Roma, Juárez, Cuauhtémoc, Hipódromo y Condesa, AlesSandra Rojo de la Vega y Piccolo anda de gira internacional promoviendo su imagen.
No cabe duda que hay políticos que se marean a la primera, y en lugar de realizar bien su trabajo, piensan que son la octava maravilla del mundo, y que su deber y obligación es “salvar y defender lo que queda de nuestro México”.
Alessandra Rojo de la Vega y Piccolo, en lugar de atender el grave problema de la gentrificación y desplazamiento vecinal que sufren colonias de la Alcaldía Cuauhtémoc, se fue a tomar la foto con políticos que han sido cuestionados, precisamente por la privatización del espacio público, afectando a barrios y desplazando a residentes de bajos recursos, cambiando la naturaleza de ciudades como Madrid, por ejemplo.
Y mientras el caos envolvió estas últimas horas, colonias muy transitadas de la Alcaldía Cuauhtémoc, AleSandra disfrutaba de las panorámicas vistas de la capital madrileña.
Calles como Orizaba, Álvaro Obregón, Nuevo León, y muchas más, sufrieron afectaciones, principalmente en negocios que fueron vandalizados y algunos destruidos completamente, mientras Rojo de la Vega y Piccolo, creyéndose Juana de Arco, convocaba a armar la resistencia para rescatar a México.
Hasta el más famoso youtubero de nuestro país, Luisito comunica, tuvo que salir escoltado, por el nivel de violencia que alcanzaron las manifestaciones en la Cuauhtémoc.
De inmediato las granjas de bots y uno que otro político desempleado, junto con Lilian ChapaKoloffon (así se apellida) salieron a justificar que ahí estaba Protección Civil de la Alcaldía Cuauhtémoc, por lo que se ofreciera. ¡Ah! Y que una de las patrullas dañadas ha resguardado víctimas de violencia misógina… hablando de los fenicios o de la Puerta de Alcalá, que más da.
Mientras tanto Juana de Ar… ¡perdón! AlesSandra Rojo de la Vega y Piccolo, con celular en mano, escribía desde el otro lado del océano, que “la Cuauhtémoc está abierta al mundo, al diálogo, y a la libertad” y que seguirá “extendiendo concordia en todo México”. No es broma, así lo escribió en su cuenta de X.
Los más audaces conspiranoicos, y con urgente necesidad de reflectores, aseguraban que qué casualidad que se dieran estas manifestaciones violentas, justo cuando la heroina que necesitaba su movimiento de 2, presentaba casi casi los Sentimientos de la Nación en versión reggaeton.
No cabe duda que la silla de la Alcaldía Cuauhtémoc sufre de una maldición, que hace que quien se siente en ella, piense que es la política que México esperaba, casi casi la antítesis del peje, y que miles y miles de ciudadanos esperan que nos hagan el favor, que se candidateen para que nos volquemos por su figura y gracia.
Mientras, las y los vecinos de la Cuauhtémoc tendrán que aguantarse otros dos años de las frivolidades y ocurrencias de quien ha demostrado con creces, que desconocía por completo cómo se gobernaba una Alcaldía, y el compromiso que tenía que asumir con ella.
En lo que sí son expertos en la Cuauhtémoc, es en bloquear a las cuentas vecinales, que nos atrevemos a denunciar el mal trabajo desempeñado.
