¿Qué pasará con el Airbnb?

Juan Carlos Flores Aquino

PODER CIUDADANO

Juan Carlos Flores Aquino

Tremendo paquete tiene el gobierno de la Ciudad de México después de haber anunciado el año pasado, un acuerdo con esta plataforma de hospedaje en viviendas privadas, para que, posteriormente, el mismísimo Presidente de la República, dijera en la mañanera, que no estaba de acuerdo con esta propuesta, a todas luces neoliberal.

Y no es nada fácil; sin duda para quienes rentan, los propietarios de casa o condominios, las ganancias son enormes, pero, ¿a qué costo para la ciudad y los vecinos? La gentrificación es un problema muy grande y serio en la Ciudad de México.

Y no tiene nada que ver con los impuestos que tenga que pagar la plataforma de Airbnb, o la competencia desleal con los hoteles, de lo cual ya le hemos escrito en este espacio. Va más allá, le explico:

Me pongo como ejemplo para que se pueda entender mejor. Justo enfrente de mi departamento en la Alcaldía Benito Juárez (vivo en condominio) mi vecina rentó su propiedad a administradores que se dedican al Airbnb; a partir de entonces, comenzaron los problemas que van desde fiestas, escándalos afuera del edificio, ruido fuera del horario permitido, broncas y gritos de ebrios, hasta conato de incendio.

Ya no le digo la acumulación de basura (tenemos botes de basura en área común), porque al ser visitantes de tres o cuatro días, la comida que piden es rápida, con desechos diariamente que se multiplican, porque el promedio de visitantes es de 6 0 7 personas en un espacio de 80 metros cuadrados.

Al cabo de los meses, las ganancias fueron tales que los administradores terminaron comprando el departamento. Lógico, si rentan por noche un espacio para 7 personas en 1500 pesos diarios, y su promedio de ocupación es 25 noches por mes, por tratarse de una zona altamente cotizada, el promedio mensual es de 37,500 pesos mensuales, por un espacio de 80 metros cuadrados con un cajón de estacionamiento.

Es decir, si usted se pregunta porque se dispararon las rentas en departamentos, esta es la razón. Se expulsa a familias que tradicionalmente eran parte de estas colonias por recibir visitantes extranjeros, convirtiendo los condominios o vecindades, en hoteles de cuatro estrellas.

Pero no termina aquí, el daño económico para el condominio es enorme y hasta psicológico para los vecinos. Le pongo otra vez el ejemplo. Los conserjes o vigilantes del condominio se convierten en recepcionistas, guía de turistas, y valet parking del hotel cuatro estrellas, percibiendo su sueldo de los demás condóminos.

En los hechos pues, los vecinos que pagamos mantenimiento, subsidiamos el Airbnb. Y no solo eso, el costo de la luz que se paga por el elevador se incrementa, cuyo uso se dispara porque llegan 6 o 7 personas diferentes que les encanta utilizarlo, subiendo y bajando maletas muy seguido. Es área común.

El daño psicológico no es exageración, ¿se imagina encontrarse rusos, rumanos, árabes, colombianos, peruanos, malhumorados por un largo viaje, diariamente? ¿O los fiesteros regios o tapatíos que vienen a conciertos a la Ciudad de México?

Uno tiene que sonreírles todo el tiempo, porque sin exageración, no sabes si son del crimen organizado o terroristas. Ahora, vive con eso diario, ¡imagínate!

Twitter: @floresaquino

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