RESULTADOS DE LA ECONOMIA MEXICANA EN EL PRIMER TRIMESTRE DEL AÑO 2025

El Hijo del Camionero

“Los números que van en contra la percepción de muchos”

 

Por: Dr. Mario Rodolfo Cid de León Carraro

Presidente de la Junta de Enlace Ciudadano, para el  Análisis de Temas Económicos y Sociales de México y Nezahualcóyotl

 

@MRODOLFO_CID

 

México enfrenta un entorno económico, sino adverso, si bastante difícil, derivado del entorno geopolítico y del comercio internacional, la estreches de los niveles de gasto, el poco crecimiento y el servicio de la deuda, que, si bien es cierto, estos datos resultan un tanto “ruidosos”, también es cierto que el país, no está ante un escenario de crisis o recesión económicas; muy a pesar de que la economía solo creció en el primer trimestre un 0.20% y anual de 0.80%; los datos de la Secretaria de Hacienda, revelan una realidad, que se describe a continuación:

 

Respecto a los resultados tangibles por parte del público, se observa la creación de 176 mil empleos, lo que evidencia que el año terminará con menos del millón que resulta indispensable para mantener el actual orden de cosas, en contraste, los salarios reales tuvieron un incremento real del 3.70%, lo que permitió mantener el consumo de los hogares, lo que a su vez genera un sentimiento relativo de estabilidad, aunque la tendencia de creación de empleo, esta muy lejos del millón de plazas, que como mínimo, se necesitan crear anualmente, por lo que estamos ante una situación aparente de estabilidad.

 

La recaudación tributaria aumentó 17.80% real anual en el primer trimestre de 2025, sin duda, es un dato revelador ya que, a través de estos medios, el gobierno continúa teniendo financiamiento, y revela que el margen recaudatorio, estuvo sub ejercido por años, no obstante, en algún momento alcanzara limites, mientras que la deuda pública se mantuvo en un nivel de 49.20% del PIB, es decir México de cada dos pesos que gana, debe uno.

 

En el primer trimestre de 2025, la economía global mostró una reducción en su dinámica a consecuencia de los conflictos comerciales y a su vez el ritmo de la inflación disminuyó; el PIB registró una variación de 0.2% trimestral, con cifras desestacionalizadas, con un aumento interanual de 0.8% para el periodo enero-marzo, lo que perfila un crecimiento anual cercano al 0%.

 

Un anuncio importante, es la disminución de la deuda extranjera directa, sin señalar que esta fue reconvertida en deuda interna, la que ya experimenta niveles excesivos.

 

Entre enero y marzo de 2025, la población ocupada aumentó en 69,400 personas, pero comparadas respecto al primer trimestre de 2024, dato incomparable, ya que no permite conocer si existe crecimiento o decrecimiento neto real en este indicador. La tasa de desempleo se mantuvo cerca de los mínimos históricos, con un nivel promedio de 2.50% durante el periodo; los ingresos laborales observaron un incremento real anual de 6.3%, cifra superior al promedio histórico, lo que ha favorecido el buen desempeño del consumo privado, aunque sea solamente de manera aparente, ya que el mercado laboral, de ninguna forma esta consolidado, por la mala calidad de las plazas y la insuficiencia de estas.

 

La inflación general se ubicó en un nivel promedio de 3.70% para enero-marzo, dato favorecido por una menor inflación de los servicios y los energéticos, así como la disminución de los precios de frutas y verduras.

 

La balanza comercial registró un superávit de 2 mil 862 millones de dólares, donde el valor de las exportaciones aumentó 0.80% trimestral, mientras que las importaciones disminuyeron 1.50%; estos son datos que reflejan resultados insignificantes en estos rubros, los que simplemente son tendenciales y no estructurales; a su vez, la inversión extranjera directa, alcanzó un monto preliminar de 36 mil 872 millones de dólares, el más alto desde que se tiene registro.

 

En el primer trimestre de 2025, las finanzas públicas se mantuvieron sanas, con balances fiscales equilibrados y una deuda pública en una trayectoria estable y sostenible, en línea con las metas aprobadas por el Congreso de la Unión para el presente ejercicio fiscal. Los ingresos presupuestarios crecieron 11.0%; en este aspecto la recaudación impositiva aumentó 17.80% real anual en el primer trimestre de 2025; la recaudación aumentó 9.3%, impulsada por mejoras en la eficiencia de los procesos de fiscalización.

 

La recaudación del Impuesto Sobre la Renta creció 21.30% en términos reales, impulsada por el desempeño del mercado laboral y los mayores salarios reales; es decir la clase trabajadora hizo las mayores aportaciones a los ingresos presupuestales, lo que permite al gobierno sostener el nivel del gasto, mientras que el IVA registró un alza de 20.90% anual en el acumulado a marzo, la más alta desde que se tiene registro.

 

Respecto al programa, la recaudación observada fue superior en 40 mil millones de pesos, lo que fue favorecido por la solidez del mercado interno y un mayor tipo de cambio, es decir la depreciación que impide la consolidación del poder adquisitivo, se constituye como una fuente de financiamiento indirecto, lo que en economía es un vicio.

 

Los ingresos por concepto del impuesto a las importaciones aumentaron 50.50% real anual en enero-marzo, el mayor crecimiento desde que se tiene registro para el periodo; lo que fue favorecido por una depreciación del tipo de cambio del peso frente al dólar, así como una mayor fiscalización de las empresas de comercio electrónico y el reforzamiento de la vigilancia aduanera, lo que indudablemente no era prioridad en gobiernos anteriores. En el acumulado a marzo, los ingresos no tributarios se incrementaron 15.40% real anual debido a mayores derechos, aprovechamientos y productos en 27.30%, 6.20% y 1.30% real anual, respectivamente.

 

Los ingresos petroleros registraron una disminución anual de 13.80% en términos reales, debido a los efectos observados del tipo de cambio, los volúmenes de producción y los precios del gas natural, lo que, sin lugar a duda, sigue comprometiendo la viabilidad de PEMEX.

 

En el primer trimestre, el gasto público se desempeñó conforme lo establecido en el presupuesto aprobado para 2025, lo que garantiza la operación de la inmensa gama de programas sociales, los que por si mismo no serian malos, sino fueran estructurales, respondieran a un esquema temporal y de circunstancias y que, de manera favorable, fomentaran el desarrollo de un mercado interno, que generase empleo permanente y de calidad, algo que esta lejos de la realidad; no obstante el gasto muestra un subejercicio presupuestal del 7.30%.

 

La inversión física registró una disminución de 12.3% real anual en el acumulado a marzo, ya que los grandes proyectos de infraestructura del gobierno pasado ya no demandan grandes volúmenes de recursos, y ya no generan tanta presión sobre la deuda, la que mantiene un costo financiero de 36 mil millones de pesos por debajo de lo previsto en el programa, no obstante, la devaluación del peso frente al dólar implicó un aumento del 11.70% real del mencionado costo en la comparación anual.

 

Cabe señalar que, si la inversión extranjera directa se ha incrementado y aunque sea de forma marginal, han aumentado las exportaciones, eso implicaría que un exceso de dólares en la economía, por una demanda superior de pesos, haría que estos se apreciaran, lo que no ha ocurrido, por lo que la debilidad de nuestra moneda refleja un pobre desempeño económico.

 

Las participaciones a entidades federativas y municipios superaron en 13 mil millones de pesos lo previsto en el programa para enero-marzo; si bien en la comparación anual se redujeron en 0.80% real.

 

El déficit presupuestario ascendió a 121 mil millones de pesos al cierre de marzo, menor al déficit programado de 235 mil millones de pesos, a su vez, el balance primario presupuestario registró un superávit de 182 mil millones de pesos, superior en 79 mil millones de pesos a lo previsto y finalmente, los Requerimientos Financieros del Sector Público se situaron en 159 mil millones de pesos.

 

Al cierre del primer trimestre de 2025, la deuda pública mantuvo un nivel sostenible; el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público se ubicó en 17 billones 662 mil millones de pesos, monto equivalente al 49.2% del PIB, monto brutalmente alto, mismo que no contempla la deuda del sector paraestatal y por si mismo, explica la devaluación del peso, ya que la demanda de dólares para servir la deuda es superior a la oferta (dólares que entran).

 

La deuda neta del Gobierno Federal se ubicó en 15 billones 521 mil millones de pesos en el primer trimestre de 2025, el 82.80% se mantuvo en el mercado interno, del cual, 78.90% se contrató a tasa fija y con vencimientos a largo plazo; lo que ayuda a sostener la situación, es una adecuada estrategia de operaciones de financiamiento, las que en el primer trimestre, mejoraron el perfil de vencimientos de la deuda e incrementaron el plazo promedio del portafolio, disminuyendo el perfil de riesgo, lo que hace inviable una crisis económica a consecuencia del peso de la deuda.

 

Entre enero y marzo de 2025, se refinanciaron 367 mil millones de pesos en el mercado interno, mediante un proceso de vencimiento anticipado que no implicó la emisión de un nuevo financiamiento, es decir se liquidaron, aunque es una cantidad pequeña, a lado del monto total de deuda.

 

Un dato de suma importancia es el que se generó el 30 de enero, cuando se realizó una subasta sindicada de Bonos M a 5 años por un total de 16 mil millones de pesos, vencen en febrero de 2030 y cuenta con una tasa cupón de 8.50% y un rendimiento de 9.70%, lo que es un buen negocio para los inversionistas institucionales. Un día después, se ejecutó una recompra de 186 mil millones de pesos de Cetes, Bondes F, Bonos M y Udibonos con vencimientos entre 2025 y 2029; al tiempo que se subastaron Cetes, Bonos M y Bondes F con vencimientos entre 2026 y 2030. Del monto total refinanciado, 79 mil millones de pesos correspondieron a vencimientos de 2025, lo cual redujo presiones de liquidez, ya que la obligación de pago se alargó en el tiempo, no significó una disminución de pasivos.

 

El 19 de febrero se llevó a cabo la primera colocación de Bondes G del año en el mercado local, por un monto de 28 mil millones de pesos. La colocación consistió en 9 mil millones de pesos para el plazo de 2 años, 10 mil millones de pesos para el plazo de 3.7 años y 9 mil millones de pesos para el plazo de 5 años, con sobretasas de 0.1294, 0.1739 y 0.1929%, respectivamente; al día siguiente, se llevó a cabo una recompra de Cetes, Bonos M y Udibonos con vencimientos entre 2025 y 2028 por 148 mil millones de pesos, así como una subasta de los mismos instrumentos con vencimientos entre 2027 y 2040; el monto total de refinanciamiento correspondiente a 2025 y 2026 fue de 111 mil millones de pesos.

 

El 13 de marzo se colocaron 950 millones de Udis, equivalentes a aproximadamente 8 mil millones de pesos, para actualizar la referencia a 3 años y cuidar el perfil de vencimientos y al día siguiente, se realizó una operación de refinanciamiento para intercambiar vencimientos entre 2025 y 2028 de Cetes, Bonos M y Udibonos por un monto de 33 mil millones de pesos por la nueva referencia de Udibonos a 3 años, por un monto de 34 mil millones de pesos. En esta parte, puede apreciarse el como las autoridades hacendarias, ejercen una supervisión y control muy fuerte al comportamiento de la deuda y aunque esta tiene una tendencia de crecimiento relativamente muy fuerte, su diseño es cuidado minuciosamente a efecto de que no genere conflictos en el sistema económico nacional, por lo menos por ahora.

 

Respecto al mercado externo, las condiciones favorables de liquidez de inicio de año y la percepción positiva de los inversionistas sobre los elementos macroeconómicos del país permitieron cubrir la mayor parte de las necesidades de financiamiento en moneda extranjera para 2025. Se llevaron a cabo dos operaciones de financiamiento, una en dólares y otra en euros, por un monto total equivalente a 11 mil millones de dólares. En lo que se refiere a los bonos sostenibles, por tercer año consecutivo, el Marco de Bonos Soberanos Vinculados a los ODS y la lista de Gastos Elegibles 2025 obtuvieron la calificación más alta en Calidad de Sostenibilidad dentro de la Opinión de Segundas Partes otorgada por Moody’s.

 

Esta parte finaliza con una conclusión obvia: todas estas operaciones contaron con una demanda histórica superior al monto ofrecido, lo que implica una confianza extraordinaria y fuera de toda dimensión que tienen los inversionistas extranjeros respecto al manejo del país.

 

Como resulta evidente, puede observarse un control muy pulcro sobre las variables económicas del país, principalmente la deuda, la que muestra un crecimiento, que sin lugar a duda terminará causando problemas al largo plazo, ante un nulo crecimiento del Producto Interno Bruto, asi mismo, la devaluación del peso deja claro que el saldo deficitario de las finanzas públicas es un problema que generara situaciones difíciles en un futuro. Dicho control pulcro, no significa que las variables tengan un comportamiento estructural adecuada al largo plazo, pero es perfectamente claro, que, en el corto y mediano plazo, es decir a un umbral al año 2030, los inversionistas y tenedores extranjeros de deuda, avalan las acciones y políticas en materia económica del actual ejecutivo federal.

 

Una vez más la economía está sujeta “con alfileres” y tiene una dinámica similar a la vivida en el sexenio de 1988 a 1994, pero cabe preguntarse, si en esta ocasión el cambio de estructura, tal cual se propone desde el Plan México, que ya se trató en este mismo espacio, ¿se lograra a tiempo, antes de que se genere un ajuste critico’ ¿usted qué opina?

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