Cómo aprender cualquier cosa mejor: los mejores tips para ser un genio rápido

Ser un genio no necesariamente es tan difícil ni lleva mucho más tiempo, puede ser absolutamente simple. Sólo con la estrategia adecuada puedes ser una mente brillante y sacar mejores notas.

En primer lugar, el repaso espaciado. Estar tres horas seguidas estudiando lo mismo es lo peor que puedes hacer. Estudia un poco ahora, un poco en un rato, otro poco mañana. Divide el contenido y estúdialo en diferentes sesiones y de forma sostenida. Por ejemplo, si tienes un temario de biología, el lunes revisas el tema 1 y el martes el tema 2, el miércoles le das una minihojeada al tema 1 y repasas el tema 3 y así sucesivamente. El punto es manosear seguido los contenidos de forma espaciada en el tiempo.

Varía el contenido de estudio. Estar tres horas estudiando lo mismo es malo por dos cosas: en primer lugar, porque no das tiempo a que ocurra un repaso espaciado, y en segundo lugar, porque hacer lo mismo es aburrido. Primero quemas mucho al cerebro y al final terminarás olvidándolo en un par de días, a diferencia de aquello que repasas con regularidad invirtiendo mucho menos tiempo, quizás 15 minutos en cada sesión. Y además, te obligas a estar demasiado tiempo en una misma tarea; la mente no está diseñada para eso. De hecho, funciona mejor mientras varías; si en vez de estar tres horas con biología, dedicas una hora a biología, una hora a física y para bajar el ritmo media hora a historia y media a algo que te guste, tu cerebro aprenderá mejor. Dentro de una misma asignatura, puedes trabajar contenidos muy diferentes y esto producirá un efecto similar. Será refrescante para el cerebro.

El tiempo no debe ser excesivo. Parte importante del estudio es el descanso: pausas durante el proceso y dormir bien. Dormir bien permitirá que tu mente y cuerpo estén en el estado adecuado de vigilia, atención y ánimo para ello. Las pausas te permitirán mantenerte energizado, concentrarte al máximo por un período razonable de tiempo y refrescarte para reiniciar el proceso. El sistema cascada, por ejemplo, emplea: 1 hora de estudio, 10 minutos de descanso; luego 50 minutos de estudio con 10 de descanso, y así sucesivamente se van restando 10 minutos de estudio en cada ronda, pero se mantiene el tiempo de descanso. Otra es la famosa técnica Pomodoro de 20-30 minutos de estudio por 10 ó 5 minutos de descanso, y a partir de ahí puedes ir aumentando el tiempo de estudio, más o menos como hacer una cascada inversa, o manteniéndote en este marco de tiempo. Sugerencia clave: la capacidad de atención eficiente dura cerca de 45 minutos, si te extiendes más allá de ello estás sacrificando calidad de concentración, por lo que sería mejor detenerse un momento.

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