ESPECIAL
Dos carteles quieren la Cuauhtémoc, el de la trata y el inmobiliario; son los intereses de la candidata del PRIANATO, a quien este martes la apodaron Alefarsa Rojo de la Vega.
La conocida instagramera, fue desenmascarada por completo en cada una de las intervenciones de Caty Monreal, candidata de Morena, en el debate organizado por el Instituto Electoral de la Ciudad de México, el IECM.
Y es que después que la priista se la pasó píquele y píquele la cresta a Caty, llegó el momento en que la morenista comenzó a sacarle sus trapitos al sol, señalándola de mentirosa y farsante, para finalmente llamarle: Alefarsa.
Para empezar, le exigió congruencia, ya que no puede ser que se autodenomine activista y feminista, cuando son públicos los vínculos que mantiene con Alito Moreno, dirigente nacional del PRI, quien fue investigado por trata de personas, y con Tonatiuh González, secretario del PRI en la Ciudad de México, en pleno proceso jurídico abierto por el mismo delito, y más aún, aceptando ser candidata “feminista” del partido del conocido Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, preso por trata de personas, y de Sandra Vaca, priista prófuga de la justicia, también por el delito de trata.
La gravedad radica en que si en 2022 la Cuauhtémoc tuvo una prevalencia del 30% en este delito, al que Caty consideró como el más grave para las niñas y las mujeres, ¿Qué pasaría si un partido con estos “dirigentes” llegarán al poder en la Cuauhtémoc? ¿De verdad quieren averiguarlo vecinos?
Criticó también la candidata de Morena, los Puntos Violeta, impulsados por las administraciones panistas, a quienes consideró inoperantes, costosos y elitistas. Con estos dos argumentos, afirmó Catalina Monreal, que llamarse “activista” y aceptar una candidatura del PRI y el PAN, es hipócrita y contradictorio.
Pero no paró ahí, Caty Monreal también exhibió la ignorancia de Alessandra sobre administración pública, ya que hizo promesas de campaña que no son facultades de una Alcaldesa, como por ejemplo el aumento del sueldo a los empleados de la Cuauhtémoc, por lo cual también le llamó mentirosa, por hacer promesas a los trabajadores que no podría cumplir.
Hermán Domínguez, el desconocido candidato de Movimiento Ciudadano, al estilo salomónico, solo le faltaron las palomitas, porque parecía testigo de piedra. Todos nuestros respetos para los vecinos de la Colonia Guerrero a quien dijo representar.
Y ante la insistencia de la prianista, de señalar permanentemente al papá de Caty, ésta le respondió “mi papá es un hombre conciliador, mediador, resolutivo, de los mejores políticos que tiene este país, eso, no sé cómo sea el papá de la candidata, tal vez no se pueda decir lo mismo de él, pero miren, yo a diferencia de ella, no voy a caer en la guerra sucia contra las familias, yo voy a respetar a su papá, a su hermano, a su mamá, a su familia, mis respetos para ellas y para ellos, suba, el nivel del debate, candidata, suba el nivel para las propuestas” ¡Zas!
Ya para terminar Caty enseñó un tuit de Alessandra, donde ésta escribió que iría por “un espacio más GRANDE que la Cuauhtémoc” ¡Plop!
Enhorabuena al IECM por la magnífica organización de estos debates y principalmente su formato, que nos permiten saber quién es quién en realidad. No se vayan con la farsa, vecinos.
