El mensaje contra Ciro

Juan Carlos Flores Aquino

Poder Ciudadano

Juan Carlos Flores Aquíno

Claro que hay que continuar con la indignación y levantando la voz contra el atentado que sufrió el reconocido periodista Ciro Gómez Leyva la semana pasada.

Por supuesto que le corresponde al gobierno y autoridades capturar a los autores materiales e intelectuales que planearon este golpe, porque mientras que no lo hagan, mientras continúe la criminal impunidad en este atentado y en los asesinatos de periodistas que llevamos en este sexenio, continuará la especulación, y también las hipótesis sobre que fue realmente lo que pasó.

Para mí, por la experiencia de casi 25 años trabajando en los medios de comunicación desde diferentes trincheras, pienso que el atentado contra Ciro se trata de un mensaje muy claro para todos: meternos miedo.

¿Y por qué escribo esto? Platicando con un experto en seguridad pública con formación militar y policiaca, con muchos años de servicio y actualmente trabajando en empresa privada, me confirma lo que muchos pensamos.

Cuando se trata del crimen organizado no hay forma de escapar a un atentado, te matan porque te matan, y en México vaya que los grupos criminales no se andan con miramientos, sino volteé a ver los últimos años.

Tampoco se trata de principiantes que fallaron, porque si fuera así ya estarían capturados. Todo lo que millones presenciamos, la camioneta blindada, la hora, el bajo calibre, el modus operandi, la huida, todo indica que lo que quisieron fue lo que lograron: un mensaje del que millones nos enteramos.

Si el objetivo era asesinar a uno de los periodistas más reconocido en radio, tv y plataforma digital, sin duda habría sido tan sencillo como esperar a que bajara de su vehículo o utilizando un calibre más alto que traspasa blindajes.

Entonces, ¿Qué fue lo que pasó? Enviarnos un mensaje.

Y aquí lo realmente importante ¿de parte de quien es el mensaje? Solo hay de 2 sopas. La percepción crece y crece con la idea que el gobierno de López Obrador –yo más bien matizaría en algún político queda bien cercano al Presidente- fueron quienes cometieron esta maniobra del viejo régimen, con el claro objetivo de callar las crecientes voces críticas contra este gobierno.

Mientras que, del lado de la sopa Morena, continúan con la hipótesis del teóricamente llamado “golpe blando” consistente en generarle ambientes adversos al Presidente para desacreditarlo.

Quizás esta fue la hipótesis que fallidamente intentó explicar AMLO al mencionar la palabra “auto-atentado” (que es una verdadera mentada por donde se le quiera ver) y que después quiso recomponer diciendo que era un atentado para perjudicarlo a él.

Suponiendo que tuviera algo de razón, se equivoca monumentalmente AMLO al quererse poner él como víctima, cuando un líder de opinión estuvo a 10 centímetros de la muerte. Y se equivoca más, cuando sigue denostando diariamente a los medios de comunicación.

Lo grave, nos dice también la experiencia, es que seguramente en estos días caerán dos o tres chivos expiatorios, al viejo estilo priista con inocentes en la cárcel, para evitar que la percepción acerca de que “fue el gobierno” siga creciendo.

Porque lo que ha sido la Fiscalía de la Ciudad de México y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, ya vimos que nomás no pudieron, o que nos demuestren lo contrario.

Twitter: @floresaquino

 

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