EL OBJETIVO DEL GASTO PUBLICO PARA EL 2024 y LOS FIDEICOMISOS

“El Hijo del Camionero”

Ante la imperiosa necesidad de financiar el crecimiento a cualquier precio

Por: Dr. Mario Rodolfo Cid de León Carraro

Coordinador del Grupo de Estudio y

Análisis Técnico Político de Nezahualcóyotl

@MRODOLFO_CID

Como es sabido, a lo largo de las últimas semanas, en esta columna, se ha buscado explicar las implicaciones que tiene la planeación económico presupuestal de las finanzas públicas (mal llamada paquete económico), en este caso para el ejercicio fiscal del año 2024, el que ha tenido una serie de implicaciones que han impactado directamente en el crecimiento del Producto Interno Bruto.

La mencionada planeación económica presupuestal ha tenido un primer impacto, la agencia Fitch Ratings ratificó la calificación para la deuda soberana de largo plazo de México en BBB-, es decir con grado de inversión, mientras que S&P, para México, con el mismo motivo, ratificó la calificación de “BBB”, con perspectiva estable; dichas calificaciones implican que la economía mexicana, tienen la estabilidad y certeza suficiente, para que los agentes económicos tanto nacionales y extranjeros, inviertan sus recursos en el país, ya sea a través de inversión directa y de cartera, también dicha calificación, establece que México puede hacer frente a los pagos de su deuda, lo que tiene como consecuencia que el gobierno acceder a empréstitos a tasas de interés preferenciales y de mercado, ya que no existe riesgo crediticio evidente.

Las calificadoras hacen un análisis técnico científico de las variables de la economía mexicana, para evaluarlas y emitir la calificación, por lo que resultará interesante revisar que es lo que observaron en su análisis, no obstante, es evidente que apreciaron los siguientes aspectos, incluidos derivado del déficit del 5.40% para el ejercicio fiscal del añ0 2024:

En primera instancia, como se comentó la semana pasada, cuando se revisan los rubros de gasto a través de diferencias aritméticas, se puede apreciar que el saldo del déficit, el que se constituye como deuda, es prácticamente igual al gasto previsto en programas sociales, lo que tiene un significado directo, los beneficiarios de dichos programas, utilizan el dinero que se les proporciona a través de esto, para ejercer gasto y es precisamente el gasto el impulsor del proceso económico, a más gasto, mayor consumo, a mayor consumo, mayor producción, a mayor producción, mayor empleo, a mayor empleo, mayor masa salarial en circulación y por ende mayor gasto, lo que lleva a concluir que el gobierno, está repitiendo la estrategia del sexenio 1988-1994; en aquella ocasión los programas sociales se financiaron con el dinero obtenido por la venta de las empresas paraestatales,  en esta ocasión con dinero de deuda, lo que significa que el éxito de esta estrategia depende que el crecimiento que se detone sea lo suficientemente alto y prolongado, que permita el servicio y pago de la deuda contraída, para empezar deberá de ser de un 5% mínimo, el que se prevé lograrse en el primer semestre del año próximo, apoyado por la entrada de mayores remesas.

Otro factor que se desarrolla en favor del actual gobierno, es el continuo ingreso de inversión extranjera directa, entre otras cosas derivado del fenómeno de relocalización mundial de plantas productivas; nuestro país históricamente ha sido deficitario, lo que se ha combatido de dos maneras, a través de la atracción a cualquier precio de inversión extranjera, o a costa de reducir la oferta, lo que trae como consecuencia la reducción del empleo disponible y la disminución del poder adquisitivo, sin embargo no cambia lo ya expresado, se puede estar en un grave riesgo, si no se logra el crecimiento esperado.

El gobierno federal, con el objeto de mantener en control las finanzas públicas ha sacrificado la eficiencia de la administración pública federal para mantener en control del déficit presupuestal, se ha disminuido sustantivamente el gasto de financiamiento de esta, con el objeto de cumplir otros objetivos de gasto, lo que ha llevado a rematar bienes públicos, despedir servidores públicos en todos los niveles y de todos los grados de preparación, disminuir o nulificar la compra de diversos insumos, equipamientos y construcciones, así como disponer de los recursos de los fideicomisos públicos de estabilidad y garantía, al grado que si en algún momento el tamaño del gobierno, ha sido ahora.

La expectativa de generar mayor gasto de consumo a partir de financiarlo con recursos de deuda, transferidos a las familias, a través de programas sociales, independientemente del éxito o no de la estrategia, ya tiene un costo, la reducción del aparato gubernamental, lo que ha significado castigar por llamarlo de alguna forma, tanto al sistema de salud, como la educación, la seguridad pública en todas sus dimensiones y garantías de integridad ante desastres naturales o financieros.

Con el objeto de incrementar el gasto de consumo a través de la financiación de programas sociales, se cambiaron leyes y reglas de operación de distintos fondos, como el de previsión de desastres, para la compensación de diferencias en finanzas, etc, estos fondos que en muchos casos, no desaparecieron o bien se transformaron, administraban sus recursos a través de fideicomisos, los que son contratos a través de los que el gobierno como otorgante, transfiere recursos a una entidad especializada con objeto de administrarlos y obtener rendimientos, en tanto le son otorgados a un tercero, el beneficiario; en ellos se establece y organiza de manera específica cómo y cuándo los activos pasarán a manos de los beneficiarios.

El propósito del fideicomiso es que el gobierno especifico (mediante las secretarias de estado) genere certeza sobre las capacidades para hacer frente a una eventualidad específica, ya que cuenta con los recursos necesarios, sin tener necesidad de generar afectaciones presupuestales, obedeciendo a un marco jurídico que reglamenta la ejecución de los recursos y es precisamente este el elemento importante, la disposición de recursos para financiar las actividades ´para enfrentar una calamidad financiera o natural, sin tener que modificar el presupuesto de egresos o modificar la ley de ingresos para obtener recursos adicionales, ya que estos están destinados, logrando rendimientos.

Los fideicomisos públicos, fueron acumulando recursos, ya que el no enfrentar desequilibrios sustantivos en las finanzas públicas o bien los costos de manejar un desastre natural fueron menores al saldo del fideicomiso, sus importe se incrementaros, por lo que se consideró inapropiado mantener dichos saldos, lo que a su vez, llevó a la determinación de cancelarlos para disponer de sus recursos, cambiando la financiación de los fondos a partir de fideicomisos, ahora por programas presupuestales, lo que tiene un impacto directo, el incremento automático del gasto total anual, ya que el catálogo de programas, se ve ampliado, viéndose presionados otros rubros del gasto, léase otra vez: educación, salud y seguridad pública.

Es necesario recordar que, en 2020, se extinguieron 109 fideicomisos, cuyos recursos fueron transferidos a financiar obras como el tren maya o bien para ser otorgados atravesó de programas sociales con los fines ya señalados, se reitera que la extinción de los fideicomisos implicó el cambio de la forma de financiación de los fondos, como el FONDEN uno de los más conocidos, más no implicó el cambio de denominación de los fondos en la mayoría de los casos y los fines de esto. Indudablemente se tiene un riesgo con este nuevo modelo y es si el evento el número de eventos, que acontezcan en el año, las tareas para su atención superen en costos, el saldo de los programas presupuestales, ello indudablemente obligará a modificar los objetivos del gasto, incluso a cambiar la estructura de los ingresos, poniendo en riesgo las finanzas públicas y la estabilidad del país; coloquialmente podría decirse, se paga el desastre o los programas públicos, se paga el desastre o el desbalance de las finanzas públicas, se pagan los servicios de salud o el desastre, se pagan las transferencias a estados y municipios o los salarios de maestros, médicos y enfermeras; en un caso extremo, el país se encontraría ante estos dilemas.

Hasta ahora en un análisis globa, el científico de la economía, tendrá que verificar o ejecutarlas siguientes expresiones, en el marco del proceso de planificación de las finanzas públicas, para el ejercicio fiscal del año 2024, asi como el conjunto del desempeño económico del actual gobierno:

1.- Los resultados económicos son visibles, pero tendrán que analizarse en su naturaleza e impacto real a largo plazo.

2.- No hay signos de crisis de fin de sexenio, mucho menos existe evidencia de una recesión económica, pero se tendrá que verificar si la economía logrará los resultados necesarios para abatir el déficit.

3.- Si bien es cierto que la inversión está en los niveles más altos de la historia, no es de calidad y no da oportunidad al desarrollo, a pesar de que se dispone del capital humano necesario, para aspirar a la instalación de las industrias 4.0 y 5.0.

4.- Se plantea una nueva arquitectura social, ante el nuevo entorno económico, el que rompe con el esquema histórico de valores y rompe con el contrato social aceptado.

5.- Supresión del estado de derecho como una forma de captar a ciertos sectores del capital, que ven en ello la posibilidad de actuar con libertad y sin restricciones, en perjuicio del capital humano y de un desarrollo de calidad para México.

6.- La planeación económico presupuestal de las finanzas públicas para el 2024, deja de manifiesto, que se sigue careciendo una política de estado para el desarrollo industrial y negocios capaz de fomentar el empleo de calidad y por tanto mejorar sustantivamente el nivel de vida de los mexicanos.

El haber analizado desde el primer hasta el quinto informe de gobierno, y de haber revisado la planeación presupuestal del 2021, 2022 y 2023, se puede concluircon algunas diferencias de matiz y de procedimiento,que se está ante la instalación de un modelo económico idéntico que bien puede denominarse “neosalinista, si bien es cierto que son apreciables ciertas variantes, en esta ocasión se esta empalmando con un nuevo modelo social de tipo liberal, idéntico al que Obama le impuso a Estados Unidos y al mundo; es decir nos encontramos ante la implementación y fortalecimiento de un modelo neoliberal de izquierda.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí