Herpes zóster: la amenaza silenciosa en adultos mayores y los nuevos avances en prevención vacunal

El herpes zóster, o “culebrilla”, es una enfermedad viral dolorosa causada por la reactivación del virus varicela-zóster (VZV), el mismo que provoca la varicela. Este virus puede permanecer inactivo en las células nerviosas durante años, hasta que ciertos factores, como el envejecimiento o un sistema inmunológico debilitado, permiten su reaparición. El Dr. José Luis Alfredo Mora Guevara, Jefe de la Secretaría de Desarrollo Académico de la FES Zaragoza, UNAM, explica que esta reactivación causa síntomas característicos que pueden incluir un sarpullido con ampollas y dolor intenso. “El zóster se desarrolla principalmente en personas que han tenido varicela y cuyo sistema inmune está debilitado, ya sea por la edad o por enfermedades que afectan sus defensas”, señala el Dr. Mora Guevara.

Complicaciones graves: mucho más que un sarpullido

Aunque el sarpullido y el dolor son síntomas comunes del herpes zóster, el Dr. Mora Guevara advierte que este virus puede provocar complicaciones graves. “La neuralgia posherpética, que es uno de los efectos más comunes del zóster, puede durar meses o incluso años”, explica, resaltando cómo este dolor crónico afecta seriamente la calidad de vida de los pacientes. Además de la neuralgia, el zóster puede causar problemas neurológicos, como meningoencefalitis, y viscerales, incluyendo infecciones en órganos internos como el hígado y el páncreas.

Datos de la Secretaría de Salud de México indican que el riesgo de herpes zóster aumenta considerablemente en personas mayores de 50 años, en quienes la incidencia de enfermedades crónicas e inmunosupresoras también es mayor, factores que contribuyen al incremento de este padecimiento en el país.

El papel de la vacuna en la prevención del herpes zóster

La vacunación es una de las herramientas más efectivas para prevenir el herpes zóster, especialmente en adultos mayores. Actualmente, existen dos tipos principales de vacunas:

  1. Vacuna de Virus Vivo Atenuado

Esta vacuna utiliza una cepa debilitada del virus varicela-zóster para activar el sistema inmunitario sin causar la enfermedad en personas sanas. Sin embargo, no se recomienda en personas inmunocomprometidas, quienes corren el riesgo de desarrollar síntomas asociados a la enfermedad si reciben esta vacuna​.

  1. Vacuna Recombinante de Subunidad

Basada en la glicoproteína E (gE) del virus varicela-zóster, esta vacuna incluye el adyuvante AS01B, que potencia tanto la inmunidad celular como la producción de anticuerpos. Este tipo de vacuna ha mostrado alta eficacia en adultos mayores y es adecuada para personas inmunocomprometidas. Sin embargo, el Dr. Mora Guevara menciona que “algunos pacientes experimentan efectos secundarios, como dolor en el sitio de inyección y síntomas como fiebre y malestar”, debido a la potente respuesta inmune que genera​​.

La importancia de una vacunación amplia y equitativa

Para el Dr. Mora Guevara, la vacunación en adultos mayores y personas con enfermedades crónicas es una necesidad urgente. Señala que el acceso equitativo a las vacunas es una prioridad en salud pública, pues el herpes zóster puede desencadenar complicaciones graves en poblaciones vulnerables. La vacuna no solo protege a cada individuo, sino que también ayuda a reducir el riesgo general en la comunidad.

Desmitificando el mito: ¿una infección en la infancia evita el herpes zóster?

Existe la idea equivocada de que haber tenido varicela en la niñez protege contra el herpes zóster en la adultez, pero los estudios muestran que no es así. El Dr. Mora Guevara enfatiza que la varicela infantil no elimina el riesgo de zóster en el futuro y desaconseja prácticas como la exposición intencionada de niños a este virus. “La varicela puede llevar a complicaciones graves en la niñez, como neumonía y encefalitis, además de permitir que el virus se mantenga latente en el cuerpo”, señala, recordando que una infección en la niñez no garantiza inmunidad para toda la vida.

La vacunación contra la varicela en la infancia es la forma más segura de prevenir esta enfermedad y reducir el riesgo de reactivación en la adultez. La exposición intencional a la varicela en la niñez no solo es riesgosa, sino innecesaria, ya que actualmente existen vacunas seguras y eficaces para prevenir esta infección.

El herpes zóster representa un desafío creciente para la salud pública, especialmente en países con poblaciones envejecidas. “La prevención es la clave para controlar el herpes zóster; una vacunación oportuna y segura puede hacer la diferencia entre una vida plena y un padecimiento crónico de dolor”, subraya el Dr. Mora Guevara. La información, el acceso a la vacuna y la innovación continua en esta área son esenciales para afrontar este problema de salud pública en México y el mundo.

Créditos: UNAM

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