Juicio VS Trump, ¿Qué pretenden provocar?

Yizbeleni Gallardo Bahena

«Geopolítica para Todos»

Yizbeleni Gallardo 

Es muy sospechoso el juicio contra Donald Trump. Deberíamos suponer que los demócratas neoyorquinos y particularmente el grupo que hoy gobierna desde la casa blanca es inepto y poco hábil para la política y sabemos que no es así, son grandes genios para la operación política, entonces, suponer que han cometido un error de cálculo político de estas dimensiones sale simplemente de la lógica. ¿Acaso ninguno de sus asesores o alguno de sus múltiples servicios de inteligencia no les advirtió que no hacían más que martirizar al único caudillo que ha producido ese país desde la guerra civil?

 Tras su enjuiciamiento Trump ha logrado cerrar filas al interior del partido republicano, le ha dado una causa de unidad desde la oposición, pero principalmente le ha permitido anunciar/denunciar el “Nuevo Orden Mundial” que se implementa desde Estados Unidos: desdolarizado, con operación de moneda digital, con un régimen generalizado en lo particular con gobiernos autocráticos, el fin del sistema positivista liberal judicial, y el fin de la democracia. Es de nuevo un personaje que materializa de manera didáctica para el “vulgo” la era en que se vive con sus transformaciones.

Donald Trump “by the book” ha hecho lo que debía hacer, seguir un buen guion que suba el valor de su marca, organizando “rallies”, caravanas, fotos de él como indicto, dando  protagonismo político a su sucesor Donald Trump Jr. Se están vendiendo caro y hacen que su nombre sea imprescindible para el próximo proceso electoral.

Una vez más también nos hace dudar ¿Hasta qué punto existe una verdadera división y oposición en Estados Unidos? El sistema “democrático” electoral norteamericano es de élites y de acuerdos. Sin duda este momento impulsa acuerdos políticos y mueve las negociaciones en los procesos internos. La imprescindibilidad de Trump en los republicanos, fortalece otras marcas, cómo la “Obama” en los demócratas, ¿Vendrá desde allí la provocación?

Trump es un “showman”, el nivel de histrionismo que vemos en el conflicto le quita toda autenticidad; que el móvil sea una “actriz porno” le imprime un ápice de vulgaridad, atractivo para la masa, desechable para la élite. 

 

Embestida DeSantis 

 

Los Bush se han propuesto recuperar el control del partido republicano y su posición política en el mundo. Provocaron en Florida una embestida electoral en torno al gobernador Ron DeSantis, un perfil insuperable para la base conservadora de su partido, alineando incluso cuadros demócratas y posicionándolo como el principal contendiente contra Trump, eso sí, dejando perfectamente claro a la clase política en Estados Unidos y el mundo, que es suya la jugada.

Esto obliga a Trump a alinearse y negociar, De Santis es tan necesario como lo es Trump y los rendimientos ahora se dividen entre un joven cristiano de imagen pulcra, veterano, de familia, provida y antiprogresista, frente a un envejecido Trump irreverente y cuestionado por sus problemas maritales y su pasado de libertinaje. Situación que pesa en un Estados Unidos puritano.

Los Bush han reactivado lealtades en el mundo, re-encumbrando a sus cuadros políticos, reutilizado el factor petróleo y re-empoderando a Texas frente a California y posicionando a Florida ante Nueva York.

 

Yizbeleni Gallardo Bahena

Polítologa, especialista en Geopolítica.

 

  ¿Qué pretenden provocar?

Es muy sospechoso el juicio contra Donald Trump. Deberíamos suponer que los demócratas neoyorquinos y particularmente el grupo que hoy gobierna desde la casa blanca es inepto y poco hábil para la política y sabemos que no es así, son grandes genios para la operación política, entonces, suponer que han cometido un error de cálculo político de estas dimensiones sale simplemente de la lógica. ¿Acaso ninguno de sus asesores o alguno de sus múltiples servicios de inteligencia no les advirtió que no hacían más que martirizar al único caudillo que ha producido ese país desde la guerra civil?

 Tras su enjuiciamiento Trump ha logrado cerrar filas al interior del partido republicano, le ha dado una causa de unidad desde la oposición, pero principalmente le ha permitido anunciar/denunciar el “Nuevo Orden Mundial” que se implementa desde Estados Unidos: desdolarizado, con operación de moneda digital, con un régimen generalizado en lo particular con gobiernos autocráticos, el fin del sistema positivista liberal judicial, y el fin de la democracia. Es de nuevo un personaje que materializa de manera didáctica para el “vulgo” la era en que se vive con sus transformaciones.

Donald Trump “by the book” ha hecho lo que debía hacer, seguir un buen guion que suba el valor de su marca, organizando “rallies”, caravanas, fotos de él como indicto, dando  protagonismo político a su sucesor Donald Trump Jr. Se están vendiendo caro y hacen que su nombre sea imprescindible para el próximo proceso electoral.

Una vez más también nos hace dudar ¿Hasta qué punto existe una verdadera división y oposición en Estados Unidos? El sistema “democrático” electoral norteamericano es de élites y de acuerdos. Sin duda este momento impulsa acuerdos políticos y mueve las negociaciones en los procesos internos. La imprescindibilidad de Trump en los republicanos, fortalece otras marcas, cómo la “Obama” en los demócratas, ¿Vendrá desde allí la provocación?

Trump es un “showman”, el nivel de histrionismo que vemos en el conflicto le quita toda autenticidad; que el móvil sea una “actriz porno” le imprime un ápice de vulgaridad, atractivo para la masa, desechable para la élite. 

 

Embestida DeSantis 

 

Los Bush se han propuesto recuperar el control del partido republicano y su posición política en el mundo. Provocaron en Florida una embestida electoral en torno al gobernador Ron DeSantis, un perfil insuperable para la base conservadora de su partido, alineando incluso cuadros demócratas y posicionándolo como el principal contendiente contra Trump, eso sí, dejando perfectamente claro a la clase política en Estados Unidos y el mundo, que es suya la jugada.

Esto obliga a Trump a alinearse y negociar, De Santis es tan necesario como lo es Trump y los rendimientos ahora se dividen entre un joven cristiano de imagen pulcra, veterano, de familia, provida y antiprogresista, frente a un envejecido Trump irreverente y cuestionado por sus problemas maritales y su pasado de libertinaje. Situación que pesa en un Estados Unidos puritano.

Los Bush han reactivado lealtades en el mundo, re-encumbrando a sus cuadros políticos, reutilizado el factor petróleo y re-empoderando a Texas frente a California y posicionando a Florida ante Nueva York.

 

Yizbeleni Gallardo Bahena

Polítologa, especialista en Geopolítica.

 

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