Geopolítica para Todos
En un muy buen “timing” político-mediático, que se empareja con la carrera presidencial interna en el Partido Republicano norteamericano, en el momento de menor aceptación del presidente Joe Biden, a la par del desgaste político-económico de la guerra en Ucrania y aprovechando el vacío de contenido político por el verano, la película “Sound of Freedom” producida por Eduardo Verástegui, ha provocado el contra movimiento al “#MeToo” en Estados Unidos, llevando un paso adelante la denuncia de abuso sexual profundizándola en una red global de tráfico de menores.
El tema se introduce a la par del Escándalo de Hunter Biden impulsado convenientemente por los rusos y de la propia dinámica de la carrera presidencial.
Esto ha desencadenado un fenómeno político y social importante. Primero, la fiscalización de actores, directores, productores y guionistas de Hollywood en la entramada de abuso sexual infantil y tráfico de menores para autoconsumo y como fuente de financiamiento, una actividad que se da a la par del tráfico de drogas pero más perversa y redituable. Provocó que actualmente esté en “huelga” toda la industria del cine, en un intento de enroque legal y amague económico que les permita negociar y transitar al margen de la responsabilidad legal en un momento de alta conveniencia política en impulsar este tema. Ha hecho también que se divida la opinión entre actores y directores respecto al tema (por su posible complicidad) y se les ha forzado a través de la huelga a homogeneizarse y cerrar filas en torno a los demócratas a quién históricamente la industria en Hollywood ha pertenecido.
A demócratas y a republicanos les conviene el impulso del tema por el golpeteo interno en contra de Biden y por la propia carrera presidencial. Al sistema político norteamericano le conviene por la evolución al tratamiento de los Derechos Humanos en un contexto global anti garantista, un poco el modelo “Bukele” de El Salvador. Un “mal superior” justifica el sacrificio de libertades y un Estado mucho más amplio donde el consenso es generalizado en torno al uso de la fuerza total de las fuerzas armadas sobre sus ciudadanos.
Hoy superada la discusión en torno al aborto por la reversión desde hace un año de “Roe V Wade”, la pena de muerte entra al escenario de manos del que supone ser el presidente más provida de la historia: Donald Trump. Es un impass para los demócratas que al pretender ir en contra de la pena capital por tráfico sexual de menores, les podría vincular en el mismo donde muchos están vinculados a esa perversión. Así con temas graves como el abuso sexual infantil, Estados Unidos, va moldeando su nuevo sistema político.
Yizbeleni Gallardo
