LOS BONOS COMO INSTRUMENTO DE DEUDA PUBLICA

El Hijo del Camionero


La forma histórica de la deuda y no es bancaria

 

 

Por: Dr. Mario Rodolfo Cid de León Carraro

Presidente de la Junta de Enlace Ciudadano, para el Análisis de Temas Económicos y Sociales de México y Nezahualcóyotl

 

@MRODOLFO_CID

 

Ante el interés que los amables lectores, han expresado sobre temas de la administración y de las finanzas públicas, tanto nacionales, estatales y municipales, por eso seguiremos desarrollándolos en general y tratando sobre Nezahualcóyotl en lo particular; por ello revisaremos aspectos de la deuda pública, específicamente se explicará que son los bonos de deuda publica y los rendimientos con los que operan.

 

Los bonos son los instrumentos más antiguos que se utilizan para obtener financiamiento, los emiten los propios gobiernos y los adquieren los agentes económicos, básicamente otros gobiernos y las empresas. Se tienen antecedentes desde los tiempos del mismísimo Cid el Campeador, de que los gobiernos han recurrido a los inversionistas privados a través de la emisión de bonos, para lograr financiamiento para desempeñar sus actividades tanto ordinarias como de inversión de capital; hoy mismo el valor del mercado mundial de bonos que amparan deudas soberanas sobre pasa los cien mil millones de dólares, es decir un monto prácticamente igual al de la economía mundial, dato que es en si mismo sustantivo, es decir se debe todo lo que se produce, por lo que el aparente bienestar de la globalización, es una simple ilusión.

 

Ante esta realidad, ¿Qué son los bonos? ¿Cómo funcionan? ¿Cómo se determinan sus intereses?

 

Podemos pensar que el gobierno de México, como ya es costumbre, requiere financiar actividades que superan en 500 millones de pesos, es decir se recurre al déficit presupuestal y para reducirlo, pone a la venta bonos; de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el bono es una promesa del gobierno de devolver a los inversionistas en una fecha futura el principal o capital de los 500 millones de pesos, más un interés anual, denominado pago de cupón, para compensar a los inversionistas por el costo de oportunidad con el valor que supone colocar sus fondos en el bono en lugar de invertirlos en otro lugar.

 

El Costo de Oportunidad debe entenderse como el valor de aquella acción que no se ejerció, comparado con el valor de la acción por la que se optó; para calcular dicho valor,  para el caso de los bonos, debe considerarse la inflación porque debe preservarse el poder adquisitivo del dinero de los inversionistas, y el otro es un componente real ajustado en función de la inflación, el rendimiento adicional, por encima de la inflación, al que los inversionistas estarían renunciando en otras inversiones (FMI). Cuanto mayor sean la tasa de inflación prevista y los rendimientos de las inversiones alternativas, mayor será el rendimiento que el gobierno tendrá que ofrecer a los inversionistas, lo que en sí mismo es un principio de microeconomía.

 

Luego entonces la tasa de interés del bono debe ser superior a la tasa de inflación, es decir si el gobierno de México emitiera bonos con un valor conjunto de 500 millones de pesos, con una tasa por cupón del 5%, es decir el compromiso de reembolso de 525 millones de pesos. Si la tasa de cupón es igual al costo de oportunidad de los inversionistas, estos estarán dispuestos a comprar el bono a su valor nominal, es decir, pagarían los 500 millones de pesos.

 

Pero si el costo de oportunidad de los inversionistas es superior al cupón de 5%, los inversionistas adquirirán el bono solo a un precio inferior al propuesto, esto les generaría un mejor rendimiento de su inversión. Este rendimiento total, que por definición es igual al costo de oportunidad de los inversionistas, constituye el rendimiento del bono; algo complejo, pero más cotidiano de lo que parece.

 

Como todo servicio financiero se negocia en el mercado, los mercados financieros, siendo estos primario y secundarios: Una venta de bonos directa del gobierno a los inversionistas es una transacción en el mercado primario y posteriormente al negociarse entre privados, esto se hace ya en el mercado secundario, destacando que el rendimiento de un bono en el momento de emisión puede no ser el mismo que el rendimiento vigente en el mercado, estima el FMI.

 

Los gobiernos pueden emitir bonos con diferentes vencimientos, además cada uno tiene su propia tasa de cupón y su respectivo rendimiento al vencimiento. El rendimiento de los bonos a más largo plazo suele ser mayor; ello es lo que se conoce como la prima por plazo, que refleja la remuneración adicional que los inversionistas exigen por la incertidumbre asociada a la inflación y las condiciones económicas futuras, y por renunciar a otras inversiones por más tiempo.

 

Los inversionistas optan por comprar bonos, en función de la tasa de interés que ofrezca; los países que tienen un adecuado manejo de finanzas publicas y tasas sostenidas de crecimiento de su PIB, tienden a ofrecer menores tasas de interés, ya que son instrumentos muy seguros por la estabilidad económica del país, mientras que por el contrario, como es el caso de México, las males perspectivas sobre el crecimiento económico, el mal manejo de finanzas públicas, que se manifiesta en un déficit crónico del balance presupuestal, propician que para hacer atractiva la compra de los bonos, estos deben ofrecer una mayor tasa de interés, para compensar el riesgo de una mayor imposibilidad de impago.

 

Estados Unidos es el país con mayor deuda en el mundo. deuda en bonos, pero tiene una enorme ventaja, al ser el dólar la moneda de referencia del sistema financiero internacional permite a su Banco Central, emitir moneda sin restricción, lo que permite manejar la tasa de interés a ofrecer, lo que lleva a que estos instrumentos, sean el parámetro para determinar por parte del inversionista de que país comprara bonos.

 

El precio al que el inversionista vende su dinero es la tasa de interés y esta puede variar, según el riesgo soberano que represente cada país, dicha variación es la prima de riesgo. Las principales economías avanzadas son diversificadas y cuentan con instituciones sólidas, sus bonos soberanos en general se consideran seguros porque para los inversionistas es prácticamente una certeza que el gobierno los reembolsará; no se puede decir lo mismo de todas las economías en desarrollo, cuyas instituciones suelen ser más débiles y propensas a choques que pueden desembocar en fuertes depreciaciones de la moneda, inflación rápida y pérdida de acceso al financiamiento del mercado.

 

La deuda es un instrumento de financiamiento para los proyectos y actividades del gobierno, que al igual que las familias y las empresas, tiene por objeto realizar en el presente el gasto futuro, liquidando ese gasto en el futuro, partiendo de una premisa totalmente real, que en el futuro existirán los fondos para liquidar esa deuda; por ejemplo en el caso de México, se requiere un hospital de alta especialidad en alguna región y la disponibilidad de recursos presupuestales, permitiría su construcción hasta dentro de 10 años, por lo que el gobierno emite bonos de deuda para financiar la construcción hoy y la deuda, se liquidaría en los siguientes 10 años.

 

Como se expuso en otra publicación, aquí tiene una participación muy importante la o las agencias calificadoras, ya que una de tantas calificaciones que emiten, tiene que ver con la viabilidad de que el país pueda hacer frente a la deuda, por lo que es un dato fundamental a consultar por parte del inversionista y en ello establece la oportunidad de la tasa de interés. La calificación es más baja en función de la posibilidad de incumplimiento, que deriva de la utilización de recursos para pagar gasto corriente o subsanar déficit sin fundamento.

 

Algunos gobiernos de economías en desarrollo como el caso de México a veces tienen que reestructurar su deuda, en el caso que sean Bonos que, por razón justificada, puedan ser no liquidados, tal es el caso de utilizar el dinero para financiar nuevos proyectos con viabilidad económica, emite nuevos Bonos con plazos distintos para canjearlos por los anteriores, normalmente se paga una compensación, pero también pueden emitirse nuevos Bonos, ante el inminente riesgo de no poder honrar los originales; este riesgo de incumplimiento, o prima de riesgo país, significa que los rendimientos de sus bonos son en general mayores que los de las economías avanzadas en todos los plazos de vencimiento; esta diferencia de los rendimientos de los bonos, o diferencial, es un indicador importante del riesgo de crédito soberano que es considerado por el inversionista para requerir una mayor  tasa de interés para tomar los Bonos.

 

Siguiendo el caso de México, el país sufre una fuerte presión fiscal debido al financiamiento de proyectos inviables financieramente, es el caso concretamente del tren maya y la refinería de dos bocas, donde el publico inversionista ante la alta incertidumbre, no tomó los bonos, por lo que el gobierno utilizó recursos fiscales, que debieron financiar salud, seguridad y educación, lo que degrada la prestación de dichos servicios.

 

Actualmente la presión continua con los nuevos proyectos de ferrocarriles, los que al no garantizar con un plan de negocios un margen de utilidad concreto, que permita establecer la tasa de retorno de la inversión en tiempo razonable, lleva a que de antemano los Bonos que pretenden ofrecerse, no tengan demanda y nuevamente se tenga que recurrir al financiamiento fiscal en mayor detrimento de los servicios públicos.

 

Muchas economías en desarrollo están procurando expandir el mercado de bonos públicos en moneda local para depender menos del endeudamiento en moneda extranjera, que acarrea un riesgo cambiario o incluso cambiando los bonos denominados en moneda extranjera, por bonos denominados en moneda local, en el mercado nacional, es decir, traspasan la deuda de carácter externo a interna, con lo que se logra un mayor control de la tasa de interés y se elimina el riesgo cambiario. En México se a optado por esta estrategia, donde se presenta como un logra el desendeudamiento externo, pero no se hace público el hiper endeudamiento interno, por ello el saldo neto de la deuda, sigue siendo el mismo.

 

Los países y México no es la excepción han establecido leyes para controlar y regular la emisión de Bonos en el marco del mercado financiero, que garantice gestión prudente de la deuda, leyes sólidas, regulaciones e infraestructura del mercado y una base diversificada de inversionistas lo que, en el país, particularmente es muy desarrollado.

 

El mercado de Bonos es muy amplio en México, lo componen los CETES, TESOBONOS, UDIBONOS, BPAS, Bondes D, Bondes F, Bondes G y Bonos MS, a los que pueden acceder gobiernos, empresas y personas, ya sea a través de fondos de inversión o de manera personal a través de casas de bolsas extranjeras o nacionales, según el mercado en que se pongan a disposición.

 

Un fenómeno que actualmente ocurre en México es que los tenedores de bonos mexicanos, los están vendiendo en el mercado secundario, ante la sobre oferta, los tenedores, los tienen que vender a menor precio, lo que impacta en el mercado primario, ya que los inversionistas, requieren de mayor tasa de interés para adquirir los Bonos en primera emisión. Esta es la situación hoy en día un mercado de deuda cada vez más caro para México, lo que genera una mayor presión al gasto público.

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