Poder Ciudadano
Juan Carlos Flores Aquino
1ª parte.
Mi generación conoció de Muñoz Ledo como uno de los tres grandes fundadores de la Corriente Democrática que rompieron con el PRI, para competir en 1988 por la Presidencia de la República con Cuauhtémoc Cárdenas, marcada por la histórica caída del sistema, que inmortalizó Manuel
Bartlett.
Posteriormente, el 5 de mayo de 1989 fundaron el PRD, junto con la Maestra Ifigenia Martínez, por parte del Frente Democrático Nacional, y liderazgos provenientes de movimientos sociales y de partidos de izquierda con personajes históricos como Heberto Castillo, Arnoldo Martínez Verdugo, Amalia García, Rosario Robles, Pablo Sandoval, y Pablo Gómez, entre muchos otros.
Porfirio fue uno de los 4 primeros Senadores de oposición en México, con un record imbatible hasta hoy: 746 intervenciones en 6 años. Distinguiéndose también por ser el primer político en la historia de nuestro país en interpelar a un Presidente: Miguel de la Madrid, en su 6º Informe, el 1º de septiembre de 1988.
Político brillante, audaz, con gran intuición y tremenda agilidad mental, que para esos años ya había sido Secretario de Estado, Embajador, y considerado Presidenciable.
Personalmente, conocí a Muñoz Ledo en 1997, cuando se postuló como uno de los 2 aspirantes internos del PRD para alcanzar la candidatura del PRD para elegir al primer Jefe de Gobierno del Distrito Federal, la cual le ganó Cuauhtémoc Cárdenas.
Esa cercanía fue gracias a la entonces Secretaria de Relaciones Políticas y Alianzas del PRD, Amalia García, por quien me convencí de afiliarme al PRD en aquellos años universitarios, lo cual me permitió convivir de cerca con Porfirio y otros grandes personajes provenientes de la izquierda mexicana, los llamados peces.
Era habitual ser testigo de reuniones en corto entre Amalia, Raymundo Cárdenas, Pablo y Cuauhtémoc Sandoval, Alejandro Encinas, Iván García Solís, y a las que recurrentemente llegaban a la secta el propio Porfirio, al igual que López Obrador o Pablo Gómez, entre los que recuerdo.
Fue sin embargo en el IV Congreso Nacional del PRD, celebrado hace ya 25 años en Oaxtepec, donde viví muy de cerca la gran capacidad intelectual y política de Porfirio en esta Asamblea, que marcó sin duda la historia de nuestra Nación.
En 1998, uno de los mejores años de la izquierda de nuestro país, donde se dieron los primeros triunfos de gobiernos para el PRD: Zacatecas, Tlaxcala, Baja California Sur, y por supuesto el Distrito Federal con Cárdenas; AMLO era el Presidente Nacional del PRD y Porfirio era el Presidente de la Cámara, liderando la fracción parlamentaria como la 2ª fuerza electoral con 125 diputados. Estaban las condiciones dadas para ganar el 2000.
Con ese escenario político excepcional, es a propuesta de Porfirio, que el PRD se definió en sus estatutos, como un partido de izquierda. De ese tamaño la grandeza que algunos le chiquitean.
Fue también ese año, gracias a Porfirio, que el PRD se adhirió formalmente a la Internacional Socialista, liderada en aquel entonces por Felipe González, el exmandatario español. Vino como delegada en aquel entonces, la recuerdo muy bien, Trini Jiménez, ex Ministra española.
(Continuará la siguiente semana)
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