Vaya vaya de lo que una se viene enterando. Y sucede que más allá de la balconeada con el video que circuló masivamente del candidato presidencial Jorgito Álvarez Máynez, con el Gober de Nuevo León Samuel García y su mafioso jefe de oficina de apellido Flores, donde se veía a estos personajes echando chelas y gritando $&#!! al INE peor que al árbitro del PUMAS-Tigres, resulta que a raíz de esto, se difundieron varias versiones de algo que desconocíamos del hijito putativo de Dante Delgado.
Y sucede que, los que lo conocen desde su juventud, dicen que allá en su natal Zacatecas, luego en su aspiracional Jalisco y también en la Ciudad de México, lugares donde vivió Jorgito, quienes lo conocían íntimamente dicen que se ponía (se pone) unas guarapetas marca ACME.
Y que más allá de sus preferencias sexuales, que uno no debe meterse porque por ejemplo ahí está la Wendy Guevara que ya es una idola de la Juventud, a Jorgito cuando se pone ebrio le da por ponerse bravucón, pa disimular el arroz con popote.
Son conocidas las borracheras de quien seguramente se llevaría de pocas con Felipe Calderón, y que siempre siempre le da por hacer lo mismo de llamadas y sentirse el valiente, como para taparle el ojo al macho.
Pero qué necesidad que después de que por fin lo conocieran nacionalmente, ahora lo conozcan por ebrio y no por alguna propuesta para el país. Pobre Jorge, no se quitará el estigma, igualito que Calderón. Y eso que apenas va comenzando esto.
