Al comenzar a escribir sobre procrastinación, lo ideal es que se comience por el significado de esta palabra. Al apegarnos a la Real Academia Española podemos encontrar que:
La palabra viene del latín “procrastināre” que tiene como significado: Diferir, aplazar. Por lo que en una terminología más extensa tendremos que la acción de procrastinar es un hecho en donde dejamos tareas de lado y esperamos a que pase el tiempo.
Muchas veces este acto viene acompañado de indiferencia a la acción, aburrimiento o simplemente no tenemos la atención puesta en esa acción.
Sin embargo, aquí la pregunta central es: ¿Cómo afecta la procrastinación al momento de emprender? Podría parecer obvia la respuesta a esta pregunta, pero, habría que entender desde las entrañas la afectación que tiene la acción de procrastinar en nuestro emprendimiento.
El emprendimiento es más que un simple hecho de abrir un negocio o vender cosas, es un recordatorio de que todas nuestras acciones tienen una consecuencia, sean buenas o malas. Pongamos un ejemplo, el emprendedor de velas que ya tiene una cartera de clientes ya sea grande o pequeña deja de publicar y promocionar sus velas por una semana le costaría la venta de esa semana pero además la credibilidad de su trabajo ya que los clientes de esa semana no recibirán sus productos en tiempo y forma.
Se podrían dar un sin fin de ejemplos, como el anterior del impacto que tiene la procrastinación en un emprendimiento, pero el punto central de este artículo es el apoyar y sumar información para combatir esta acción.
Para ello tendremos que poner sobre la mesa el término “Hábito”, que más allá de solo verlo como término tenemos que conocerlo a fondo y saber usarlo a nuestro favor como una herramienta para nuestra vida diaria y por lo tanto influirá en nuestro negocio.
Al ir trabajando con emprendedores me he topado continuamente que muchos de ellos ven a los hábitos como algo que les da pesadez ya que no logramos convertirlo en una herramienta a nuestro favor y por lo tanto no son puestos en marcha.
Jame Clear autor del libro Hábitos atómicos, describe en su libro que: “Los hábitos son el interés compuesto de la superación personal” (Clear, 2018). Ahora que conocemos una descripción de hábito tenemos que encontrar esa manera en la que se pueda trabajar en dualidad nuestra cabeza con los hábitos para poder llevar a cabo aquellas meta, hablando específicamente del emprendimiento.
Ahora que conocemos ambos lados que es la procrastinación y como lo es los hábitos, podemos formar un análisis más amplio de lo que necesitamos trabajar con esta herramienta y para ello se busca lograr que en el emprendimiento al igual que en la generación de hábitos, cada día sea un análisis de lo que se puede mejorar. En este caso tomando como referencia el aprendizaje dado por James Clear, no es necesario dar pasos gigantescos sino con que cada día que pase vayamos mejorando como mínimo un 1%, el cual nos ayude a poder crear un cúmulo de actividades que nos aporten ventajas a nuestro emprendimiento.