Proyectan sobre edificio de Coca-Cola evidencia científica que respalda el etiquetado frontal de advertencia que la empresa combate con amparos

• Sobre la fachada se proyectaron las figuras octagonales, reconocidas ya por la
población con las leyendas exceso de mentiras, exceso de enfermedad y más de 35 amicus curae y cartas firmadas por representantes de organismos internacionales
• Las organizaciones parte de la Alianza por la Salud Alimentaria acusan a Coca-Cola de cinismo y prácticas inmorales al atacar con amparos el actual etiquetado frontal de advertencia.
• Los amparos, que serán discutidos por la Suprema Corte, fueron presentados por las empresas Santa Clara, subsidiaria de Femsa Coca- Cola, Herdez, Nutrisa y la embotelladora Desde el corazón del fruto

Activistas de organizaciones de la sociedad civil se pronunciaron durante la noche del jueves frente al Corporativo Coca-Cola en la Ciudad de México, para denunciar la continua intervención de la multinacional en las políticas públicas de promoción de la salud. Las organizaciones parte de la Alianza por la Salud Alimentaria acusan a Coca-Cola de cinismo y prácticas inmorales al atacar con amparos el actual etiquetado frontal de advertencia que fue elaborado siguiendo procedimientos formales y trasparentes, contrario a la estrategia de la empresa que había introducido con anterioridad un etiquetado que fue considerado una amenaza a la salud y la información, en contubernio con las autoridades y violando todos los procedimientos.

A pocos días de que se discutan en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tres
amparos presentados por diversas empresas de ultraprocesados y bebidas azucaradasentre ellas Coca-Cola a través de la subsidiaria Santa Clara- con los que se pretende
eliminar el etiquetado frontal de advertencia, las organizaciones presentaron la evidencia
científica y legal que respalda la medida. Sobre la fachada del edificio proyectaron las
figuras octagonales, ya reconocidas por la población, con las leyendas exceso de
mentiras, exceso de conflicto de interés, exceso de abusos, exceso de riesgos y
exceso de enfermedad, además, de más de 35 amicus curae y cartas firmadas por
representantes de organismos internacionales que se han recabado a lo largo de los
últimos casi 2 años que se ha mantenido suspendida la discusión.

Entre las imágenes proyectadas se encontraban decenas de documentos firmados
organismos y organizaciones nacionales e internacionales, entre ellos, la Organización
Mundial de la Salud (OMS/ OPS) , el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
(UNICEF), además de cartas de Michael Fakhri y Tlaleng Mofokeng, relatores del Derecho
a la Alimentación y a la Salud de la ONU, los Grupos de Trabajo sobre los derechos
humanos y las empresas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Centro de
Investigación en Nutrición y Salud (CINyS),

El etiquetado actual, que defienden las organizaciones, fue aprobado en un proceso
apegado a la legalidad, con un grupo de trabajo amplio donde la industria estuvo presente
y del que existen actas firmadas por los participantes. Contó con el aval de OPS y UNICEF
y la academia representada por la UNAM, el Politécnico, el Instituto Nacional de Salud
Pública, entre organizaciones académicas e instituciones gubernamentales. En contraste
el etiquetado, que fue obligatorio entre 2014 y 2020, fue elaborado sin consulta, sin grupo
de trabajo, sin participación de la academia por un profundo contubernio de la autoridad,
entre COFEPRIS y Coca- Cola. Una relación que fue documentada en correos entre la
refresquera y la institución, obtenidos a través de un juicio en los Estados Unidos. Ese fue
el etiquetado que promovió Coca-Cola y que la OMS consideró una amenaza a la salud al
establecer un criterio de consumo diario de azúcar de casi el doble al recomendado.

Los amparos, que serán discutidos por la Suprema Corte, fueron presentados por las
empresas Santa Clara, subsidiaria de Femsa Coca- Cola, Herdez, Nutrisa y la
embotelladora Desde el corazón del fruto alegando que el etiquetado viola sus derechos
y es ineficiente.

 

Sin embargo, la evidencia demuestra lo contrario. De acuerdo con estudios
del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el etiquetado frontal de advertencia es
una estrategia costo-efectiva para disminuir el consumo de nutrientes críticos que
contribuyen al desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles que son la principal
causa de enfermedad y muerte en México. Además, según un reporte de las mismas
empresas, a tan sólo pocos meses de su entrada en vigor en octubre del 2020, el 56% de
sus productos habían sido reformulados reduciendo en la formulación de sus productos
estos ingredientes críticos. Ninguna política había logrado esto.

Las organizaciones participantes reiteraron que este tipo de acciones de interferencia de la
industria afectan al derecho a la salud, al derecho a la alimentación y al derecho a la
información.

Para ver el video de la acción nocturna en defensa del etiquetado de advertencia visita:
https://www.facebook.com/actuaporlasalud

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