Vaya vaya con la polifacética AlesSandra Rojo de la Vega y Piccolo. Un día amanece de defensora del Amazonas, y al otro día se autonombra la paladina de la libertad de expresión.
Parece que AleSsandra tardará mucho en aprender que hace y que funciones tiene un Alcalde, porque lo que ha demostrado en estos pocos meses, es un desconocimiento total de la administración pública.
Y no le recalcamos que tampoco conoce la Alcaldía Cuauhtémoc, porque nunca vivió hasta en su campaña ahí, aunque si venía de vez en cuando al Centro Histórico para cobrar como Diputada local del Partido Verde, hace algunos años.
La señora Rojo de la Vega y Piccolo, defiende su extravío para opinar de todo, que ella siempre fue “feminista”, pero no pensó lo mismo cuando se burló de la diputada Leonor Otegui.
Y como si en la Alcaldía Cuauhtémoc no existieran feminicidios, desapariciones, o cobros de piso, ella se cuelga de la tragedia de Jalisco para decir que “las están desapareciendo”, vitupereando al gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum.
Pero cuando uno le pregunta qué pasa con el feminicidio qué ocurrió en Tlatelolco, sale con su ya conocido “no me toca”.
Pero si algún periodista se atreve a decir lo que los vecinos acusan de falta de atención de la Alcaldesa, inmediatamente AleSsandra y sus tres pajes pagados, se nos lanzan a la yugular a decirnos “chayoteros” o “extorsionadores”.
Esa es la frivolidad de quien por pura suerte, está estos meses al frente de la Cuauhtémoc.
¿O a poco creerá AleSandra que le cumplirán en Morena lo que le prometieron?
Chance y se asocie con Sandra Cuevas cuando termine su trienio.