La deuda pública de México ‘ Ideas, conceptos, impactos, mitos y verdades’

“El Hijo del Camionero”

 

Por: Dr. Mario Rodolfo Cid de León Carraro

Coordinador del Grupo de Estudio y

Análisis Técnico Político de Nezahualcóyotl

A lo largo de algunas semanas se han tratado diversos asuntos respecto a la planeación económico presupuestal de las finanzas públicas para el ejercicio 2024, en donde se buscó que ustedes amables lectores, les fuesen más accesibles dichos tópicos, por lo que se seguirá el análisis de estos, en primera instancia, se abordaran los criterios que un calificadora crediticia, utiliza para emitir una calificación soberana, la que tiene por objeto dar a conocer al público inversionista el nivel de certeza que existe en la economía del país, derivado en si del manejo de las finanzas públicas y la adquisición de deuda.

Algunos de los criterios que utilizan las agencias calificadoras, son los siguientes:

1.- Se consideran los riesgos económicos, de mercado y legales asociados con el manejo de las finanzas públicas y de la deuda, el desempeño de estas y la volatilidad que resulte de manera colateral, así como el crecimiento potencial del PIB y la manera en que se sirve la deuda; por lo que, en este caso, las agencias al asignar a México calificaciones BBB y BBB-, aunque establecen que el país es confiable, implican que el desempeño económico y de manejo de la deuda, aunque manejables, no resulta eficiente, lo que genera dudas en su manejo a mediano plazo, es decir estas calificaciones previenen un riesgo, ya sea menor o no inmediato.

2.- Se valora también la calidad crediticia, es decir, que el nivel del endeudamiento sea bajo, financiado a mediano o largo plazo y a bajas tasas de interés; por lo que las calificadoras ven en el país, tasas de interés altas y vencimientos abultados de deuda en el corto y mediano plazo.

3.- Otro aspecto, es el nivel de recaudación fiscal, esta debe ser suficiente para garantizar la operatividad del conjunto del gobierno y del propio estado; en esta parte hay que ser prudentes y verificar que en efecto los niveles de gasto en educación, salud y seguridad, sea optimo y que no se vea menoscabado por el financiamiento de programas sociales y que dicho financiamiento, no implique el incremento del déficit presupuestal.

4.- La cobertura de los servicios de la deuda, es un factor indispensable, ya que independientemente de la magnitud de esta, debe existir la capacidad de enfrentarla sin sobresaltos y sin reprimir otros rubros de gasto.

5.- Las garantías que existan para los inversionistas, incluyendo la gestión de riesgo fiscal y monetario y el respaldo de terceros.

Es importante establecer que los ingresos que se distribuyen como participaciones provienen principalmente de los ingresos petroleros y la recaudación fiscal federal; por lo que una menor recaudación tributaria o menores ingresos petroleros, generarían faltantes para el oportuno pago total de intereses y principal de la deuda respaldada con participaciones del gobierno federal, cuya distribución entre los estados se relaciona con las siguientes tres variables principales de acuerdo con S and P:

  • 60% se distribuye con base en el PIB del estado, ponderado por la población estatal.
  • 30% se distribuye con base en el crecimiento promedio de la recaudación tributaria de cada estado observado durante los últimos tres años, ponderada por la población estatal.
  • 10% se distribuye con base en el monto de la recaudación tributaria del año anterior.

Ha quedado manifiesta la relevancia de la calificación crediticia, la que no es gratuita, los tres niveles de gobierno deben contratar el servicio de por lo menos dos agencias calificadoras, con las que se celebra contrato de servicios.

Con objeto de concluir esta serie de temas, se cierra con un análisis de la deuda pública del gobierno federal, por lo que es necesario mencionar que el Sistema de información legislativa establece que la Deuda Pública, son todas las obligaciones insolutas del sector público contraídas en forma directa o a través de sus agentes financieros, en ese sentido, la deuda es una forma en la que el gobierno difiere sus gastos en el tiempo y con ello cumplir el conjunto de funciones que le son encomendadas; la deuda es de dos tipos: deuda bruta y deuda neta; la deuda neta es igual a la deuda bruta menos los activos financieros del país.

El Sistema de información legislativa, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco de México, coinciden en clasificar la Deuda Pública por su origen, es decir interna y externa; la primera, son los financiamientos obtenidos en el mercado doméstico, mediante la colocación de valores gubernamentales y de créditos directos con otras instituciones que son pagaderos dentro del país y en pesos mexicanos; mientras que la segunda, son los créditos contratados por el sector público con entidades financieras del exterior y pagaderos en el extranjero en moneda diferente a la moneda nacional. Para comprender el impacto de la deuda en toda su expresión, se debe entender que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, es el rubro más amplio de la deuda:

Incluye todos los tipos y conceptualizaciones, refiriendo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que está integrado por la deuda del sector público presupuestario más las obligaciones que por diversos ordenamientos jurídicos y prácticas presupuestarias no se incluyen en la deuda pública; es decir, se recogen los saldos de las obligaciones financieras netas del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario y el programa de apoyo a deudores, las obligaciones de los Proyectos de Infraestructura Productiva de Largo Plazo, las obligaciones derivadas del Fideicomiso de Apoyo al Rescate de Autopistas Concesionadas, y el cambio en la situación patrimonial de las Instituciones de Fomento.

Consultando las mismas fuentes, la deuda también se clasifica por su periodo de contratación, en corto o largo plazo y por la fuente de financiamiento, según la naturaleza de los acreedores financieros.

Para la deuda externa: mercado de capitales, organismos financieros internacionales, mercado bancario, comercio exterior, deuda reestructurada y pasivos PIDEREGAS.

Para la deuda interna: valores gubernamentales, banca comercial, Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), Sociedades de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro (Siefores), entre los más importantes.

También puede clasificarse por:

  • Por moneda de contratación, según la divisa en la cual se contrató el crédito.
  • Por país, a partir del origen de la institución financiera acreedora.
  • Por instrumento, en función a las características jurídicas de los instrumentos que describen la relación que existe entre el acreedor y el deudor.

En materia de deuda pública, constitucionalmente al Congreso le corresponde autorizar lo siguiente:

1) Montos de endeudamiento neto para el financiamiento de la federación, los estados, municipios, entidades paraestatales y paramunicipales.

2) La contratación de endeudamiento cuando los plazos de amortización de los créditos rebasen el término de la gestión.

3) Montos de endeudamiento adicionales.

4) Verificación de las operaciones de deuda.

En el año 2022, se consultaron las fuentes ya mencionadas a lo largo de la exposición, encontrando que en aquel momento los saldos de la deuda eran los siguientes: Gobierno Federal, $10,661,871.60, de la que $8,418,778.90, son deuda interna y $2,243,092.70, son deuda externa. Sector Público, $13,259,989.80, de los que $8,947,976.90, son deuda interna y $4,312,012.90 son deuda externa; habiendo sido el saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público de $13,249,507.40.

Solo para ilustrar el comportamiento del endeudamiento del país, se puede vislumbrar los saldos de los Requerimientos Financieros del Sector Público al 31 de diciembre de 2021 por $13,103,963.90 y al 31 de diciembre de 2022 fueron de $14,191,834.00, es decir hubo un incremento real en ese periodo.

Una vez revisados estos datos, se pueden comparar a efecto de analizar la situación actual del endeudamiento del país, siendo la fuente hacendaria, la que, para el ejercicio fiscal del año 2023, expone lo siguiente:

  • En el acumulado entre enero y octubre, el costo financiero de la deuda fue de 19 mil 257.10 millones de pesos, que si bien, aunque fue más bajo de lo previsto, implicó un incremento real por año de 26.00%
  • En el mismo periodo el presupuesto, presentó un déficit de 699 mil 718.60 millones de pesos, aunque fue menor en 156 mil 855.10 millones de pesos a lo previsto; por otra parte, los requerimientos Financieros del Sector Público ascendió a 859 mil 873.90 millones de pesos.
  • El 76.40% de los valores gubernamentales se establecieron en tasa fija, con vencimientos a largo plazo, situación que se ha logrado para mantener la calificación crediticia en grado de inversión.
  • El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público ascendió a 14 billones 651 mil 781.80 millones de pesos al cierre de octubre, mientras que la deuda neta del Sector Público se situó en 14 billones 691 mil 534.1 millones de pesos, que son en términos reales, los saldos más altos de la historia.
  • Al cierre de octubre, la deuda neta del Gobierno Federal se ubicó en 12 billones 459 mil 987.10 millones de pesos, de los que 83.10% corresponden a deuda interna, dicho de otro modo, no existe ningún desendeudamiento del sector público, sino que se ha refinanciado la deuda externa, mediante endeudamiento interno, por lo que no resulta real asumir que no se ha acudido al financiamiento a través de empréstitos.

Podemos concluir que si bien es cierto que la planeación económico presupuestal, para el 2024, dado el desempeño en el presente año, no producirá sobresaltos, ni crisis previsible alguna, a través de las calificaciones crediticias determina su estado, México está lejos está de ser calificado con A, AA o AAA, sino que está en rango de  BB y BBB, lo que indudablemente en función de lo expuesto, implica que el gobierno, independientemente de la prudencia, no está siendo eficiente en la administración de la deuda, por lo que caben las siguientes preguntas:

1.- Al igual que en el gobierno 1988-1994, ¿la economía mexicana esta prendida de alfileres?

2.- ¿El país en términos reales, está más endeudado que en el sexenio pasado?

3.- ¿El crecimiento económico, proporcionará los recursos necesarios para servir adecuadamente la deuda?

4.- ¿Habrá capacidad de enfrentar los nuevos compromisos fiscales y la deuda, con el nivel de ingresos permisible?

5.- ¿Se seguirá reduciendo el gasto, a salud, educación, seguridad pública y en global la eficiencia de la administración pública federal, para mantener el ritmo de gasto en otros rubros?

6.- ¿Qué pasa con el endeudamiento, tanto interno como externo del sector privado?

7.- ¿El endeudamiento de las familias, es realmente servido por sus propios ingresos o como casi siempre, indirectamente por los recursos que el sector público obtiene de endeudarse?

Dado lo expuesto en esta columna, estas interrogantes tienen una respuesta evidente, pero usted, definitivamente tendrá la mejor respuesta.

En la próxima columna, se estarán abordando otros temas.

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