LOS PRECRITERIOS DE POLITICA ECONOMICA PARA EL 2025 (III) “Finalización del diagnóstico del estado casuístico de una economía”

El Hijo del Camionero

Por: Dr. Mario Rodolfo Cid de León Carraro

Coordinador del Grupo de Estudio y Análisis

Político Económico de Nezahualcóyotl

 

@MRODOLFO_CID

 

Abordaremos en esta columna, la parte final de la revisión de los pre criterios de política económica para el ejercicio fiscal del año 2025; hasta ahora ya se han revisado los grandes datos que sirven de base para el análisis, como lo son los resultados económicos de los ejercicios anteriores, las variantes relevantes y el entorno internacional, por lo que en esta ocasión se revisará, para concluir este ejercicio, el entorno macroeconómico del país, con lo que se podrá vislumbrar las realidades que los mexicanos enfrentaremos en el plazo inmediato:

El crecimiento de la economía durante el año 2023, fue mayor a lo esperado, no obstante no se logra como producto del éxito de la política económica, sino por el comportamiento inercial de los distintos agentes económicos, ya que el mercado interno comenzó a atender sus rezagos generados por el cierre de las actividades por la emergencia económica, en este orden de ideas y no obstante que las cadenas de suministros se han visto reintegradas y con ello normalizado los niveles de producción, la inflación no ha sido controlada, lo que supone vicios ocultos en esta parte del ciclo económico, que reflejan la falta de productividad de la economía.

La economía mexicana alcanzó una tasa de crecimiento del  3.10% anual en 2023, no obstante el crecimiento promedio entre 2019 y 2023, fue del 0.7%, cuando para mantener el mismo nivel, se necesita una tasa del 5% y es precisamente en esta falta de crecimiento, lo que explica la distorsión en diversas variables, en este sentido, las familias disponían de una cantidad de recursos atesorados, no cuantificados, los que tuvieron que poner en circulación de forma obligada tras la normalización; dicha circulación, llevó al crecimiento de la demanda interna; el fenómeno se identifica por la enorme cantidad de billetes viejos en circulación, impacto ya absorbido, por lo que en 2025, habrá menores índices de crecimiento.

Es interesante revisar que, en un ambiente de incertidumbre legal por el incumplimiento del estado de derecho, la inversión en 2023 tuvo una tasa de crecimiento del 19.70%, lo que a su vez impulsó que continuara el crecimiento del crédito otorgado por la banca comercial, la que contra lo que parezca, muestra confianza por el actual orden de cosas.

Los ingresos tributarios se han incrementado, ello debido al alza del consumo y de la producción, lo que significa mayor recaudación de IVA e ISR, pero es el IEPS el que alcanzó niveles espectaculares, por la mayor venta interna de combustibles.

Por el lado del gasto, el gasto neto anual, no alcanzó a ser financiado adecuadamente, y ello se debe que los compromisos sobre todo en lo que respecta a política social son insostenibles a mediano plazo, lo que a su vez propicia la disminución de la calidad de los egresos y de la operatividad de los servicios gubernamentales.

La deuda del estado mexicano se ha visto incrementada sustantivamente por la adquisición de compromisos, tales como la cancelación de la construcción del aeropuerto de Texcoco, las obligaciones de gasto por el tren maya y la refinería olmeca y el pago de pensiones y becas sin respaldo financiero, amenazando la viabilidad financiera y la calificación crediticia, lo que se viene administrando con refinanciamientos y transformación de deuda externa en interna, alcanzando un saldo de 14 billones 865 mil 529 millones de pesos, sin contar los compromisos de las empresas productivas del estado, el sector paraestatal y otros compromisos. La deuda neta del Gobierno Federal se ubicó en 12 billones 710 mil 635 millones de pesos en 2023, donde 84.20% es deuda interna.

El Banco de México estableció su tasa de referencia en 11.25%, así mismo el Índice de Precios y Cotizaciones alcanzó al cierre de 2023 un máximo de 57 mil 386 unidades, lo que significó un aumento de 18.40% con respecto al año previo.

Con relación a la evolución de las finanzas públicas hacia el ejercicio fiscal 2025, la secretaria de Hacienda y Crédito Público proyecta un escenario de consolidación fiscal con un balance primario positivo y un nivel de deuda como porcentaje del PIB de 50.2%, buscando obtener un superávit primario de 0.90% del PIB y un equilibrio en el balance presupuestario sin inversión.

 

Para 2025 se estima que los ingresos presupuestarios sean mayores en 163 mil millones de pesos de 2025 respecto al monto previsto para 2024, debido a mayores ingresos tributarios en 170 mil millones de pesos, por la mayor actividad económica y por eficiencia recaudatoria; así como menores ingresos petroleros en 98 mil millones de pesos, asociados a un menor precio promedio del petróleo.

 

Como parte del escenario descrito, también se esperan mayores ingresos no tributarios en 4 mil millones de pesos, así como mayores ingresos propios de las entidades distintas de Pemex en 87 mil millones de pesos, buscando basar la sustentabilidad de las finanzas públicas en el resultado de una variación en la plataforma petrolera de 100 millones de barriles diarios sobre los ingresos petroleros es de 38 mil millones de pesos.

 

Se asume un efecto neto en la variación del precio del dólar en el promedio anual del precio del petróleo sobre los ingresos petroleros del sector público es de 12 mil millones de pesos, lo que junto con el incremento de un punto porcentual de la economía implica una variación en los ingresos tributarios no petroleros de 53 mil millones de pesos.

 

La variación de un punto porcentual en la tasa de interés nominal, sobre el costo financiero del Sector es de 30 mil millones de pesos, siendo su efecto neto sobre el balance público derivado de una apreciación en el tipo de cambio, la pérdida de 35 mil millones de pesos, considerando el efecto neto de la pérdida de ingresos petroleros y el ahorro en el costo financiero del sector público.

 

Se puede vislumbrar con los propios datos oficiales, que la estabilidad económica, es meramente transitoria, su espacio de resistencia se tendrá a lo largo del 2025 y para sortearlo se plantea que el gobierno en 2025 enfrente la meta de déficit presupuestario de 2.5% del PIB y los ingresos estimados implican que para lograrlo, el gasto neto total pagado DEBERÁ DISMINUIR en 706 mil millones de pesos de 2025 respecto al monto aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación en el año 2024, es decir, una reducción de 7.5% real.

Considerando lo anterior, se proyecta una reducción del gasto programable pagado de 662 mil millones de pesos respecto a lo aprobado, lo cual incluye el gasto no recurrente previsto en 2024 y aquí viene lo importante, el gobierno afirma que este menor gasto no afectará los compromisos de gasto social, ni el pago de obligaciones legales o contractuales, situación que dígase lo que se diga, por supuesto que si afectará la provisión de servicios públicos.

 

No debe olvidarse que para este año el presupuesto en gasto social (programas sociales), es de un billón y medio de pesos, mismo monto que corresponde al déficit presupuestal para el mismo periodo, por lo que la disminución de dicho déficit, conservando el gasto en programas sociales, forzosamente obligará a disminuir el gasto en rubros sustantivos, poniendo en riesgo la salud, educación y seguridad, lo que mantendrá al país con niveles de crecimiento mediocres.

Aunque se diga que en 2025, no se repetirá semejante nivel de déficit igual al del año 2024 de entre 4 y 5 porciento del PIB, el país está en riesgo de ser sujeto a una baja de calificación a BBB-, manteniendo el grado de inversión, forzosamente se tendrá que recurrir a otro déficit drástico de igual magnitud para resarcir el gasto en educación y salud, hoy existen muchos agentes de mercado, tanto nacionales como internacionales, que ya aseguran que se perderá el grado de inversión y con ello vendrá la salida de capitales y el encarecimiento del crédito, porque las presiones continúan, porque a todo esto, aun faltan los recursos para poner en funcionamiento con plenitud el Tren Maya, el Corredor Transístmico y la refinería de Dos Bocas, es decir requieren se presupuesten sus necesidades de costos operativos, ya que realmente no tienen ingresos.

Ante esta situación muy grave, los candidatos a la presidencia de la república ofrecen incrementar el gasto en programas sociales, sin establecer de donde obtendrán los recursos, en ese sentido no se quien gane, pero cualquiera, si cumplen sus promesas sin sustento, garantizan solo una cosa, “una crisis económica sin precedentes en el mediano plazo”, esta es la conclusión que se origina de este análisis de los precriterios de política económica, para el ejercicio fiscal del año 2025.

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